El Cabildo Gran Canaria tiene intención de declarar Bien de Interés Cultural (BIC) a la batería de San Juan. Así lo comunicó María del Pino Marrero, miembro del grupo de amigos que, desde hace meses, luchan por la recuperación y protección del enclave militar. Fue hace una semana cuando estos antiguos alumnos del colegio Jaime Balmes se reunieron con el consejero insular de Cultura, Carlos Ruiz, quien "se comprometió a empezar con el procedimiento" para catalogar de este espacio como BIC.
"Ruiz mostró mucho interés en que las baterías se recuperen", señaló, "pero ahora hay que esperar que los técnicos del Cabildo se reúnan con los del Ayuntamiento y que este dé el visto bueno y puedan trabajar en coordinación mutua". Esta idea pasaría por compartir con la corporación municipal "el resultado del estudio que han realizado los técnicos de la Administración insular sobre la zona". En este sentido, María del Pino Marrero quiso resaltar el trabajo de Javier Velasco, quien "ha visitado el lugar y ha levantado acta del mal estado en el que se encuentran las baterías de San Juan".
Asimismo, según la exalumna del Jaime Balmes, el responsable del área de Cultura también les informó de que la Administración insular "está dispuesta a habilitar una partida presupuestaria" para ejecutar la obra de rehabilitación. "Así que no serían muy inteligentes si no aprovechan esta colaboración", sentenció. Y es que los búnkeres son de propiedad municipal. Motivo por el cual, en un primer momento, María del Pino Marrero, Alberto Jeirfimczuk, Esther Suárez y Víctor Pérez se dirigieron a la administración local para denunciar el estado de "deterioro y abandono" en el que hallaron hace más de cuatro meses el lugar.
En aquella ocasión fue el concejal de Urbanismo, Javier Doreste, quien les escuchó. Fruto de este encuentro, salió la promesa de la limpieza y el vallado de todo el enclave que, según ellos, el edil incumplió. La discrepancia llegó después de que el Consistorio anunciara el pasado mes de agosto que se había procedido a la recogida de más de una tonelada, concretamente 1.500 kilos, de desechos ligeros, mantas, papeles, cartones y botellas en el interior de la antigua edificación militar, así como en las laderas que hay alrededor. Pero el grupo de amigos denunció que solo se había retirado la basura del acuartelamiento, mientras que el resto del espacio seguía en el mismo estado de suciedad. Una queja que también dejaron escrita en numerosas ocasiones en la página oficial de Facebook del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria.
"A diferencia del concejal de Urbanismo, el consejero se leyó el dossier que le enviamos y visitó el lugar antes de reunirse con nosotros", quiso destacar María del Pino Marrero en referencia a las distintas reuniones que han promovido y mantenido a lo largo de estos cuatro meses. De esta última con Carlos Ruiz obtuvieron también el compromiso de no dejar caer en saco roto la rehabilitación de las baterías de San Juan que, en otra época, estuvieron destinadas a la defensa de la ciudad. "El consejero nos dijo que iba a tramitar con el Gobierno de Canarias la solicitud para convertir en BIC este espacio militar. Y lo que ellos van a hacer es incoar el expediente que nosotros les mandamos", explicó. "Ahora nos toca esperar y ver qué pasa. Sabemos que es un procedimiento que lleva su tiempo, pero Ruiz nos comentó que desde ya va a tener tratamiento de Bien de Interés Cultural".
