170 militares del Mando de Canarias se despliegan en Irak seis meses

Un contingente de alrededor de 170 militares del Mando de Canarias se desplegará durante los próximos seis meses en Irak para contribuir al fortalecimiento y la preparación del ejército local. La gran mayoría de esos profesionales proceden de la Brigada Canarias XVI, el Regimiento de Infantería Tenerife 49, así como del Regimiento de Infantería Palma 47, de Palma de Mallorca.

Su principal labor consistirá en ofrecer seguridad, como escoltas, en los desplazamientos que realicen diferentes asesores de los soldados y mandos iraquíes.

El comandante Álvaro Alejandre Mancebo ejercerá como jefe del contingente Alfa India XX, que partirá hacia dicho país en los próximos días. Señala que el trabajo previsto para sus hombres y mujeres se divide en dos partes. Una será la «unidad de protección de la fuerza», dentro de la Misión de la OTAN en Irak. Es decir, será la labor de escoltas de los asesores fuera de la base de la Organización del Tratado del Atlántico Norte. Y la segunda función más relevante es de ofrecer apoyo logístico y cobertura a los soldados españoles y a otros compatriotas que residen en Irak, en lo que técnicamente se denomina en inglés National Support Element (NSE).

Para el comandante Alejandre, esta experiencia supone «un reto muy grande», que empezó cuando el general Esteban, jefe de la Brigada Canarias XVI lo designó para liderar el contingente. Los 170 profesionales han tenido cinco meses de preparación para unificar procedimientos y consolidar la cohesión y la unidad en el trabajo. En opinión del Alejandre Mancebo, ha habido una selección rigurosa de los integrantes del contingente, sobre todo en el Regimiento de Infantería 49.

«Se levantan cada día para esa labor de preparación; han sido meses duros, sobre todo a nivel de sensibilización familiar y de entrenamiento físico», apunta el mando.

Existe «mucha ilusión y ganas» de llegar a Irak para relevar al contingente del Regimiento de Infantería Canarias 50, que ha estado en dicho país en la misma misión durante el último medio año.

Esta no es la primera misión internacional de Álvaro Alejandre, que participó en un despliegue en Afganistán en el 2012 y en otra en Irak en el 2018. Y muchos de los que partirán hacia dicho país en el actual contingente también tienen una dilatada experiencia en el extranjero. Algunos han estado hasta en siete misiones en zonas como Afganistán o Líbano, por ejemplo. Y, además, el Regimiento de Infantería Tenerife 49 ha sido la unidad más condecorada de España en lo que va del siglo XXI.

Los profesionales del Mando de Canarias estarán en la zona de Bagdad y sus alrededores, donde se hallan las principales instalaciones militares y del Ministerio de Defensa iraquí.

Uno de los factores que dan esperanza a los familiares de los soldados y mandos que parten estos días es que, desde hace años, Irak no es un país en conflicto. «Estamos allí porque ellos nos lo han pedido», recuerda Alejandre, «para que no vuelva a ocurrir lo del 2015», en referencia a las matanzas terroristas por parte del Ejército Islámico.

En opinión del comandante, la situación «es más dura para las familias que para nosotros». En su caso, se separa de tres hijos.

En la tarde de ayer se celebró un acto en el acuartelamiento de Hoya Fría, que sirvió para la despedida de familiares y amigos. A partir de las 19:00 horas se desarrolló un acto castrense en el patio principal de las instalaciones. Y más tarde se llevó a cabo un brindis en uno de los pabellones del recinto.

El teniente general Julio Salom Herrera, jefe del Mando de Canarias, explicó a los asistentes que en la jornada de este viernes habrá una despedida también de la Virgen de Candelaria. Explicó que en el Ejército hay personas de todas las confesiones, a la vez que aclaró que «nuestras vidas están en manos de Dios y la Virgen».

El comandante Álvaro Alejandre también intervino para explicar que el contingente «está preparado para todo» lo que surja en Irak y que ese entrenamiento es «técnico, táctico y moral». Y manifestó que «volveremos con la satisfacción del deber cumplido y para abrazar a nuestros familiares».

Una de las personas que acudió a la despedida fue Sonia Cruz, una mujer venezolana, de padres canarios. En esta misión tiene a un sobrino. Comenta que «es una experiencia que él quiere vivir, a pesar de su edad, 23 años». Comenta que su ser querido ha superado «largas pruebas y lo han preparado para eso». Uno de los factores que le aporta optimismo es que el país no se encuentra en guerra. Sin embargo, todos son conscientes que no será lo mismo que vivir en Tenerife. En opinión de Sonia, la misión «le va ayudar a proyectarlo en lo que le gusta y en lo personal; es una decisión suya».

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