El grupo municipal Popular en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria solicitará en el pleno municipal, el jueves 30 de junio, que la institución local se posicione en contra de una subida de los impuestos al combustible, si finalmente se acepta la propuesta realizada por la Federación Canaria de Islas (Fecai), conocida como céntimo verde.

El viceportavoz popular, Ángel Sabroso, considera un “error” gravar el consumo en este momento, por lo que la puesta en marcha de este nuevo gravamen -impulsado por Podemos, Nueva Canarias y Partido Socialista- “tendría una repercusión directa sobre el precio de la cesta de la compra y el transporte de mercancías”, por citar dos ejemplos.

En este sentido, la moción que defenderá el Grupo Popular insta a la Fecai y al Cabildo de Gran Canaria a realizar un “exhaustivo estudio” de necesidad e impacto económico antes de lanzar cualquier propuesta de incremento de tipo impositivo en Canarias.

Asimismo requiere al Gobierno regional para que blinde al sector del transporte público en Canarias de cualquier pretensión de incremento impositivo que pueda gravar su actividad, “con consecuencias directas en el transporte público de Las Palmas de Gran Canaria”, según recoge el texto.

Sabroso destaca que el sector del taxi, Guaguas Municipales, el transporte de mercancías y las empresas de logística del Puerto de La Luz, entre otras, “saldrían muy perjudicadas de este incremento impositivo que se quiere impulsar por parte de algunas fuerzas políticas”.

Por este motivo, la moción que el Partido Popular defenderá recoge la necesidad de abordar “forma definitiva la creación de un combustible diferenciado”, con fiscalidad armonizada y clara, para el sector transporte de Canarias.

La Comisión de Medio Ambiente de la Federación Canaria de Islas (FECAI) acordó en su sesión de 13 de mayo de 2016, según la información trasladada por representantes del Cabildo de Gran Canaria y de la que se han hecho eco distintos medios de comunicación, impulsar la implantación en Canarias de un impuesto adicional sobre el combustible de aplicación directa sobre el ciudadano, impuesto que pretende ser denominado céntimo verde.

La intención con la que se ha fundamentado la pretensión de crear este nuevo impuesto es la de utilizar su recaudación para financiar proyectos medioambientales, ánimo que por sí solo podría ser loable, pero que ha venido acompañado sin el mínimo nivel de concreción y sin detalle que justifique la necesidad de incrementar la presión fiscal, hecho que siempre es contraproducente cuando se grava directamente el consumo sin atender a criterios de capacidad real de gasto de cada ciudadano.