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Clásicos de Las Canteras

"Para ir a la playa desde el 'Pala' tenías que ponerte un albornoz"

"Antes venía Paco con el pato, que cada día lo sacaba a pasear por la playa, siempre a rastras con el animal", cuenta Gervasio Ramos 'Vacho'

Gervasio Ramos, sombrero en mano, acude cada día a la playa para hablar con sus compañeros de tertulia. SABRINA CEBALLOS

Me dicen que es usted una persona muy activa, señor Ramos.

Sí, yo estuve en el Racing, fui ciclista de allí también, y afortunadamente, dicen que no era muy malo. Gané dos o tres carreras cuando la época de Juan Santana, cuando estaba la antigua carrera que hoy también existe pero ha cambiado mucho, la regata del Conde de la Vega Grande. Te hablo del año 54 o 55. Y luego nadé mucho en la travesía de la playa de Las Canteras, que salíamos de la Peña la Vieja y llegábamos al Club Victoria, y éramos bastantes nadadores: pequeños, grandes, de todo un poco. Pero era un sistema muy distinto al que se hace hoy, había más afición y luego se hacía una gran fiesta en La Puntilla, donde había barquillos, que salían botes a regatear, premios para los niños pequeños, que les poníamos una bandera en los barquillos para que fueran a buscar. Problemas del mar, vamos.

Entonces, siempre vinculado al deporte, ¿no?

Siempre vinculado al deporte, sí. Me gustaba también la pesca submarina, aquí en la playa de Las Canteras cuando se permitía coger un pescadito en la playa, porque hoy no puedes coger ni una sardina.

¿Dónde nació usted?

Nací y viví en la calle General Vives durante toda mi vida de joven, pero cuando me casé ya me marché de la playa de Las Canteras hacia el Puerto. Ahora vivo por el paseo de Chil.

Pero sigue viniendo aquí todos los días...

Esto es la oficina nuestra, venimos aquí a las 11.30 y nos marchamos a la una. Todos somos jubilados del Banco Santander, aquí tengo a mi amigo Paco, que trabajaba en un barco en el muelle, y así, pero por regla general siempre nos sentamos aquí y estamos un par de horas hablando de la época de antes, porque la de ahora...

¿Cómo ha cambiado la playa desde que usted era joven?

Bueno, que si ha cambiado. Por allí, había un club que se llamaba el Club Pala, que para salir de él, tenías que ponerte un albornoz para cruzar la pequeña avenida que había porque no te dejaban salir con el bañador, y hoy paseas con el bañador en la mano. Es decir, que para bajar a la playa te tenías que poner un albornoz, porque si no el guardia te daba con la porra. Ahora también está más vigilada porque hay más gente de las que había antes, que éramos 80 personas y nos conocíamos todos. Podías dejar la ropa en cualquier parte y le decías a la gente que le echara un ojo y te ibas a bañar y a hacer cualquier cosa y la ropa seguía estando allí cuando regresabas. Ahora no has terminado de quitarte el pantalón cuando ya te lo han sisado.

¿Recuerda alguna anécdota de cuando era joven, señor Ramos?

Anécdotas hay miles. Veníamos los jóvenes y venían también los viejos de por aquí, la gente de perras, como les llamábamos antes, y tenían sus botitos y para que fueran a la Barra les teníamos que ayudar a bajar el bote y a subirlo.

¿Y algo raro que haya visto en la playa en todo este tiempo que le haya llamado la atención?

Antes venía Paco con el pato, que venía a la playa cada día a pasear con el pato. Sí, era un chico que tenía su novia por aquí y venía con el pato a bañarse. El señor se iba paseando toda la playa y el pato le hacía caso para todo: lo llevaba a la Barra, lo llevaba a La Puntilla, siempre estaba con el pato a rastras.

¿Qué parte de la playa le gusta más?

Hombre, yo siempre he sido partidario de la parte donde estaba el antiguo balneario, que es donde hoy en día está la Cruz Roja. Aquello para mí era una reliquia.

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