El Gobierno canario ha denegado a la depuradora de Tenoya la renovación de la autorización con la que contaba desde 2003 para verter aguas residuales al mar desde el desagüe del barranco de Tenoya. El Ayuntamiento de la capital grancanaria solicitó el permiso el pasado mes de julio, pero fuentes de la consejería regional de Política Territorial, Sostenibilidad y Seguridad confirmaron que la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Tenoya carece en estos momentos de permiso para lanzar aguas residuales al océano, por lo que en el caso de que lo esté haciendo está cometiendo una ilegalidad. Tampoco les consta a las fuentes consultadas que el Ayuntamiento haya realizado una nueva petición, tal y como se les recomendó en el escrito en el que se negó la autorización de vertidos.
Fuentes de Emalsa aseguraron, por su parte, que no tenían noticias de la denegación de la autorización y añadieron que el permiso "se está tramitando". Garantizaron que la estación, que tiene capacidad para depurar unos 1.500 metros cúbicos al día, "nunca va a verter sin permiso".
La renovación de la autorización ha sido denegada, según aseguraron fuentes del Gobierno canario, por los defectos encontrados en la solicitud, debido a que ésta fue presentada fuera del plazo reglamentario y porque el permiso que se pretende ampliar corresponde a la antigua depuradora, cuyas características y condiciones nada tienen que ver con la actual planta, tras las obras de reforma y ampliación que se llevaron a cabo en las instalaciones entre 2013 y 2015.
Los técnicos de Medio Ambiente han instado al Ayuntamiento para que realice una nueva solicitud en la que informe de las condiciones actuales de la estación depuradora.
En concreto, el consistorio solicitó el pasado 28 de julio la prórroga de la autorización de vertido desde tierra al mar, que el Gobierno canario concedió a la depuradora de Tenoya el 21 d e mayo de 2003, por un periodo de diez años, que fue ampliado el 25 de abril de 2012, fecha en la que se le concedió a la planta un plazo de 30 meses más. Esta última prórroga de dos años y medio comenzó a correr a partir del inicio de las obras de ejecución del proyecto de sustitución y mejora de la EDAR, es decir, a partir del 20 de septiembre de 2013.
Los técnicos del Servicio de Contaminación de las Aguas y los Suelos advierten en su resolución que la prórroga venció el pasado mes de marzo, por lo que la solicitud de ampliación fue presentada de "forma extemporánea". Aunque reconocen que la autorización para verter que el Gobierno canario concedió en 2003 era susceptible de ser ampliada hasta un plazo de 30 años, advierten que el Ayuntamiento perdió esta posibilidad porque para ello es necesario contar con la autorización de la Dirección General de Costas. Y aunque el Consistorio lo solicitó en su día, el organismo estatal nunca respondió, lo que en la práctica se considera una denegación.
Por todo ello, los técnicos han instado al Ayuntamiento a que subsane los defectos de la solicitud del pasado mes de julio, presentando una nueva, además de un permiso de ocupación de dominio público marítimo terrestre.
Desde el momento en que la depuradora pierde una autorización, son los inspectores de la Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural los que se encargan de comprobar que no se están realizando vertidos.
La mayoría de las depuradoras de la Isla tienen autorización para verter aguas residuales en determinadas condiciones y después de ser sometidas a un tratamiento primario o secundario, por la imposibilidad de reutilizar en el riego agrícola o de jardines todos los volúmenes depurados.
