La llegada masiva de italianos a la capital grancanaria no ha cesado en los últimos cuatro años y con casi 5.000 empadronados se ha convertido en el grupo extranjero más numeroso del municipio. En 2008 eran sólo 1.875 los residentes de Italia, una cifra que se ha multiplicado por tres y que seguramente es mayor al que aparece en el censo, ya que no todos se empadronan.
En la capital grancanaria se han multiplicado en los últimos cuatro años las cafeterías y restaurantes italianos. Primero comenzaron a crecer en la zona entre Mesa y López y Las Canteras, pero también están surgiendo en los barrios de Vegueta y Triana. Y no sólo restaurantes y locales de ocio. También se están abriendo tiendas de vino italiano y locales de delicatessen. Uno de los últimos restaurantes que ha abierto en la ciudad, en la plaza de Cairasco, pertenece a la franquicia europea Vai Piano. Su dueño y todos sus empleados son del país mediterráneo y han desembarcado hace apenas dos meses.
Los italianos están contribuyendo también a hacer despegar la venta de pisos, según reconocen las propias inmobiliarias, que hablan de jubilados que vienen a establecerse al reclamo del buen tiempo y también de gente joven, algunos de los cuales realquilan habitaciones a compatriotas, lo que les ayuda a amortirzar la inversión. En otros casos los alquileres se convierten en una forma de ganarse el sustento.
El clima benigno, la baja fiscalidad, el coste de la vida, muchísimo más barato que en su tierra son las razones que inclinan a la mayoría a dejar su tierra para buscarse la vida en la capital , una de las ciudades de Canarias preferidas, aunque otro gran número se ha afincado en San Bartolomé de Tirajana y en La Oliva (Fuerteventura). "Aquí no hay IVA europeo, se respira tranquilidad, los impuestos son más baratos, no se necesita calefacción ni ropa de invierno. La gasolina sale más barata", coinciden varios italianos a la hora de hablar de sus razones para venir. Miembros de la colonia italiana que llevan muchos años afincados en la capital califican de "insoportable" el aumento y lamentan que algunos que vienen convencidos de que es muy fácil hacer negocios aquí estén labrando una "mala fama" que perjudica al resto de sus compatriotas. "Algunos vienen sin dinero y se topan con dificultades económicas a los pocos meses, porque no encuentran trabajo y no pagan los alquileres. Hay alguna inmobiliaria que se está negando a alquilar a italianos y eso nos preocupa", señala un italiano con hijos nacidos en Canarias, que conoce casos de compatriotas que han terminado viviendo como okupas y que prefiere quedar en el anonimato. "Están llegando muchos jubilados y también jóvenes en busca de trabajo porque, aunque la crisis nos afecta a todos, la vida aquí es más barata", aclara. Y es que como afirma Máximo, copropietario de la cafetería italiana Tamada, "el que venga aquí, pensando que se va a hacer rico, mejor que no venga. Aquí se v ive bien, pero también hay crisis. Los sueldos son más bajos, pero con 1.000 euros aquí, vivo mejor que en Italia con 1.500 euros".
La masiva llegada ha multiplicado también el trabajo de las comisarías por el elevado número de solicitudes del Número de Identificación de Extranjeros (NIE).
