La ex mujer de Francisco Javier Manzano Álvarez, acusado confeso de matar a sus dos hermanos, declaró ayer durante el juicio que su marido nunca fue violento en la convivencia y que el trato con la familia del acusado era buena hasta que se cortó cuando "lo botaron" de la empresa familiar en 2013, aunque reconoció que con anterioridad estaba "machacado" por los hermanos.

El acusado se enfrenta a 30 años por los dos delitos, así como el internamiento en un centro psiquiátrico penitenciario por entender, según la Fiscalía, que padece un "trastorno delirante continuo de gravedad importante". Aunque la acusación particular pide 22 años y 6 meses por cada asesinato y la defensa menos de 15 por cada una de ellas al entender que es un enfermo psicótico.

Su ex mujer reconoció que cuando le despidieron en 2013 "lo pasó muy mal" porque había trabajado desde los 7 años y la primera nómina que cobró fue cuando se casó con ella, a la que conocía desde los 15 años. Pero que no tuvo que ir al médico por depresión.

El acusado apenas estuvo un mes en el paro porque rápidamente encontró trabajo pero "se obsesionaba con sus hermanos en cuando se encontraba algún cliente en la calle y le recordaba lo que le habían hecho".

La familia estaba rota pero en 2014 Francisco Javier acudió a ella cuando Hacienda les reclamó 4.000 euros por una "compra ficticia de acciones" que habían hecho. Finalmente, fue la madre del acusado la que se lo dio.

Las hijas de los fallecidos, por su parte, afirmaron que la vida les pegó un vuelco el 13 de mayo de 2015. Reclaman a su tío, con el que apenas tenían relación, 190.000 euros. La hija de José Antonio indicó que "todo se fue al garete": los estudios y una pareja con la que llevaba siete años. "La vida no tiene sentido y he tenido intención de suicidarme, comentó, tras afirmar que está en tratamiento psicológico y con medicación. Tiene pánico a que su tío salga " y venga a por mí, a por mi prima, a por mi abuela".

Su prima, la hija de María Noelia, también está en tratamiento desde entonces. La joven, de 20 años, aseguró: "No veo sentido a seguir viviendo".