El Sampson, un peculiar barco que presta servicios a las plataformas petrolíferas, llegó ayer a bahía de Las Palmas de Gran Canaria por segunda vez este verano. En esta ocasión el navío, que ya había recalado en el puerto capitalino durante el pasado mes de julio, regresó para ser sometido a la reparación de un cilindro de grandes dimensiones en las instalaciones de Hidramar. La nave tiene una eslora de 180 metros, a los que hay que sumar otros 32 metros en popa de una plataforma con la que realiza su operativa habitual. Su perfil se remata con una grúa 70 metros. En su interior alberga una auténtica ciudad flotante para la tripulación con salas de cine, saunas, un gimnasio o una piscina. Informa: J. Corujeira