El duelo contra Serbia, el debut de la selección femenina en Río, estaba resuelto cuando Astou Ndour, la leona que se crió en La Paterna, voló en un contrataque eléctrico en busca del aro rival. Al otro lado del Atlántico, en Siete Palmas, sus padres blancos gritaron al unísono: "machácala". Domingo Díaz y Begoña Santana, su tutores legales desde que la jugadora internacional aterrizó en Gran Canaria con solo 14, revivían una escena para el recuerdo de los campeonatos de España categroría cadete, cuando Astou puso en pie a las 2.000 personas del pabellón con un mate que nadie esperaba. "Nunca antes lo había hecho, ni siquiera en los entrenamientos".
Ndour se ha consolidado como la 'cinco' titular de la selección en Río. Con 21 años encara el reto de mayor responsabilidad de su incipiente carrera. Tras siete años en el Islas Canarias, ser 'drafteada' por San Antonio Stars de la NBA femenina, nombrada la mejor jugadora joven de Europa en 2013, MVP de la Liga Femenina el mismo año, campeona de la Copa turca en 2014 con el Fenerbahçe y de la Liga española 2015-2016 con Perfumerías Avenida, la lesión de Sancho Little dejó a la canario-senegalesa como referente bajo el aro español. Y Ndour ha respondido. 11 puntos contra Serbia; 13 contra EEUU, 21 contra China y 18 frente a sus compatriotas de Senegal. La España de Lucas Mondelo, con tres canarias como Ndour, Leticia Romero y Leonor Rodríguez, vuela hacia las medallas y lo hace con Astou como referente bajo el aro.
Ha nacido una estrella. "Astou ha demostrado que es una jugadora importante y, para mí, la pívot titular de España por muchos años. Pero claro qué voy a decir yo sobre mi hija". La que habla no lo hace en wolof, ni comparte los genes de la pívot internacional pero si la siente de su propia familia, desde que la conoció en 2008, cuando ésta tenía 14 años y aterrizó en Gran Canaria siendo cadete de primer año. Pero el inicio de esta historia se remonta unos meses atrás cuando Aminata Diop, jugadora de la selección senegalesa, se encontraba en Vecindario para visitar a su hermana y pidió entrenar con Domingo Díaz y Begoña Santana, fundadores del CB Islas Canarias, un club que luce con honor el calificativo de ser la mejor cantera de baloncesto de España. 47 títulos nacionales avalan esta distinción. La pareja de entrenadores preguntó si conocía a chicas altas en Dakar que estuvieran interesadas en formarse en el baloncesto. La respuesta fue un sí rotundo. Llegaron dos: Astou y Bineta. La primera pesaba 58 kilos, tenía síntomas de anemia y apenas aguantó 10 minutos a las órdenes del que fuera bronce como seleccionador nacional en el Eurobasket de 2005. Un análisis de orina y sangre reveló la presencia de parásitos intestinales del agua que consumía pero se solucionó con tratamiento médico.
Begoña cuenta que a su hija senegalesa le costó solo un mes adaptarse a su nueva vida y a coger el ritmo de los entrenamientos de la fabrica de talentos del Islas Canarias. "El nivel que traía era muy bajito", recuerda Santana, "pero siempre ha sido muy seria en los entrenamientos".
Primero fundamentos de bote, tiro y entradas a canastas. Luego, pasaron a ejercicios más exigentes de técnica individual y por último trabajaron la resistencia a partir de los tres minutos de carrera del primer día hasta convertirse en un pulmón infatigable. Su progresión fue espectacular gracias a su figura espigada, los 2.05 de envergadura y unas enormes manos que lo cazan todo. Antes de acabar el año, Domingo la puso a entrenar con el primer equipo, hasta que la exigencia se complicaba y el entrenador la mandó al vestuario. "Ya está bien Astou. Ahora a descansar", le decía. Pero ella no se iba. "Se quedaba allí, de píe y amulada", revive Begoña. "Estaba enfadada. Creía que era una castigo y no se movía. Le encanta entrenar y quería aprender".
Begoña y Domingo instalaron a la senegalesa en un piso de Siete Palmas, al lado de su propia residencia. Allí compartió casa con jugadoras como Bineta Ndoye, Génesis Martínez y Yamel Abreu entre otras. Begoña se ocupaba de todo. Pero era Eva Motesdeoca, pívot del primer equipo, las que vivía con ellas. En ese piso también coincidió con Vanessa Blé, años después ambas compartirían un titulo en el prestigioso Perfumerias Avenida de Salamanca.
Astou enseguida demostró una tremenda inteligencia. A los seis meses ya sabía hablar perfectamente español. Sus profesores estaban encantados con ella. Era una más en clase. Como ejemplo: se sacó el carnet de conducir a la primera. "Domingo la llevaba a hacer prácticas a la Isleta como hacen todos los padres grancanario con sus hijos y aprobó a la primera tanto el teórico como el práctico. Ella es así: sería, trabajadora e inteligente".
Ahora no hay paso en su carrera que no consulte con sus tutores. Un día apareció en casa de Domingo y Begoña de la mano de su futuro marido. Domingo actuó como un padre recto y preocupado para imponer sus condiciones: cuidar a Astou en todos los sentidos. Y mientras él aguantaba estoicamente, la senegalesa le daba codazos. "¿Estás escuchando?", le decía. "Pues ya sabes", añadía.
Astou procede de una familia humilde y todo lo que ha conseguido ha revertido en los suyos. Le ha comprado una casa a su madre y se desvive por ellos. De ahí que haya heredador una virtud que según sus más allegados compite con sus cualidades deportivas. "Su habilidad en la cocina es sencillamente espectacular", asegura Begoña.
Juntas, madre e hija, vivieron juntas una de las jornadas más emotivas de su incipiente carrera. El 14 de abril de 2014 fue elegida en el draft de la WNBA por los San Antonio Stars en la posición número 16, la mejor para una española hasta la fecha. Ahora en Río buscará seguir construyendo su leyenda bajo el aro.
