Si había que subir la luz porque el PP no se atrevió a hacerlo durante ocho años, ¿por qué no se hizo en 2004 o 2006? Entonces, sin crisis ni pesimismo, se habría entendido mejor aunque se hubiera explicado peor. El paso atroz del Partido Popular por el gobierno de España dejó muchos entuertos, pero o las cosas se resuelven pronto, o se pierde la relación causa-efecto. ¿Se imaginan que ZP hubiera tardado pongamos dos años en ordenar la retirada de las tropas de Irak? Lo hizo al día siguiente de su investidura, en domingo y con un ministro de Defensa, Bono, todavía sin jurar el cargo.

Si nuestro sistema de pensiones necesitaba y necesita una reforma urgente debido a la inversión de la pirámide demográfica española (nada que ver con la crisis) y el PP no lo arregló ¿por qué se ha esperado hasta el peor momento de la crisis y no se reunió el pacto de Toledo en 2005 o 2007, por ejemplo? Lo que hubiera sido entendido como una garantía social de futuro se convierte ahora en un recorte social de presente y tormentas en el horizonte de los pensionistas, en potencia y en acto.

Si la burbuja inmobiliaria, causa de las causas de nuestra cuota particular de la crisis económica internacional (10 puntos más de paro que la media europea) es hija putativa de una ley de suelo que aprobó el PP, que fomentó especulaciones, recalificaciones y enriquecimientos, ¿por qué no se cambió, abolió o lo que fuera el mismo día que se ordenaba retirar las tropas de Irak? Si, si y si: la izquierda en el gobierno siempre se ve obligada a hacer el trabajo sucio que la derecha evita porque jamás volvería al poder. Ocurre que algunos tienen lo que hay que tener (Felipe: siderurgia, sector naval, agrícola, OTAN, bases americanas, etc.) y otros son pazguatos, tontos, sólo ambiciosos o un cóctel letal de todo ello. Estamos como estamos: muy mal, y estaremos peor. Los votantes de izquierda, hartos de ingenuidades, se van a quedar en casa. La derecha, en masa a las urnas que desearían romper. Feliz 2011.