Se da como año de inicio de la crisis el de 2008, pero la gran oleada de hipotecas impagadas en Estados Unidos empezó antes, y en nuestro país el 2007 ya fue problemático, aunque la inercia y la ceguera política lo disimularan un poco. Ahora, Pérez Rubalcaba (o el "candidato Alfredo", como desea que le llamen) ha dicho a un grupo de alcaldes socialistas que tienen que resistir un poco más porque todavía les esperan un par de años complicados. Contando con que un gobernante siempre se queda corto en las previsiones negativas, la vuelta a una situación alegre queda emplazada para 2014. Habrán pasado, por tanto, siete años desde que cambió la tendencia.

Siete años. ¿Les suena? Son los del libro de José, el inventor del estado especulativo. José era el penúltimo de los hijos de Abraham, el padre de las doce tribus de Israel. Odiado por sus hermanos porque era el típico listo, le vendieron como esclavo y llegó a la corte del Faraón, dando lugar siglos más tarde a una zarzuela cómica. José demostró dotes adivinatorias y el Faraón le consultó un sueño: había visto siete espigas ubérrimas y luego siete espigas paupérrimas; igualmente, siete vacas hermosas y ufanas y luego siete vacas magras hasta lo esquelético. ¿Cuál era el significado del sueño? José respondió: vienen siete años de buenas cosechas y prosperidad, seguidos de siete años de hambruna. Llena los graneros del estado durante los primeros para tener durante los segundos. Así lo hizo el Faraón, y cuando llegó la escasez hubo grano suficiente para vender a muy buen precio y aumentar así la fortuna del monarca. De paso, los hermanos de José se instalaron en Egipto, para que Cecil B. de Mille pudiera rodar más tarde Los Diez Mandamientos.

Así, pues, José definió el concepto de ciclos económicos que desde entonces no ha dejado de cumplirse, y que también se puede llamar teoría de la montaña rusa: todo lo que sube acaba bajando de nuevo. La cifra concreta de los siete años tal vez no sea siempre exacta, pero tampoco se aleja mucho de la realidad. Cuando salgamos de la presente crisis (porque saldremos de ella, aunque más o menos cambiados) debemos saber que ha empezado la cuenta atrás para la siguiente, y aplicar el consejo de José al Faraón: vamos a hacer la hormiguita con el ahorro y no la cigarra con la Visa. Y así cerramos este artículo con Esopo, que no es mala compañía.