Amigo Lucas, no hace mucho un amigo lector me decía que le contase algo del mundo de Mato Grosso. Mira por dónde, poniendo las dos cruces en la declaración de la renta de este año a favor de la Iglesia, eché también una ojeada al evangelio de esta semana y me vino a la memoria el hecho que me pasó yendo una vez de noche por un camino nada agradable.

Uno ve en la vida de cada día que todos necesitamos de los otros y en esto no engaña Jesús cuando insiste en que seamos una luz todos los días en el mundo en el que vivimos.

Oye, lo de la crisis del paro me está asustando, ya que veo que estamos viviendo unos claroscuros de campeonato. Todo ello me recuerda aquella vez que iba conduciendo de noche por un camino en el bosque encontrándome de sorpresa con un coche parado. Uf, con temor me paré para ver por curiosidad lo que sucedía, observando que era una mujer quien lo conducía y que me pedía auxilio, ya que dentro llevaba a su familia. Al preguntarle qué le había pasado me dijo lo del fallo de la luz. De verdad que aquella mujer vio los cielos abiertos cuando le dije que fuera detrás de mí, y que yo iría despacio guiándole en el camino hasta llegar al poblado de Serra Nova. De esta forma, conduciendo yo despacio, llegamos una hora después al Poblado. A Dios gracias que la historia terminó bien, haciéndome pensar aquel hecho en el evangelio de este fin de semana cuando Jesús es una luz para todo el que lo desea y lo recibe...

Al mismo tiempo te dejo el cuento que no hace mucho leí y que creo que hace pensar... Dicen que había un hombre ciego que caminaba de noche por unas calles bien oscuras llevando siempre encendida una lámpara de aceite. Al verlo un amigo, le preguntó: "Guno, ¿me puedes decir qué haces con una lámpara encendida si tú eres ciego?" Y Guno le respondió: "Amigo Tobías, ¿no sabes que esta lámpara que llevo no es para mí, que conozco bien las calles, sino para que dé luz a otros que viven en la noche y no encuentran el camino que perdieron en sus vidas?"

Amigo, hasta aquí llega el cuento que pueda ayudar a pensar que todos necesitamos de la luz del otro. No olvides lo del amigo Guno que es una verdad como un templo ya que él, siendo ciego, ayudaba a caminar a otros de noche dándoles algo de luz... Por eso termino dejándote estas preguntas... ¿Te preocupas de ayudar a los demás? ¿Agradeces cuando otro te ayuda con la palabra o con el ejemplo? Te deseo que seas siempre una lámpara encendida para muchos que hoy están ciegos...