Las aguas en la Isla siempre han estado unidas a la tierra y su regulación se lleva a cabo a través de antiquísimas heredades que establecen de manera consuetudinaria los repartimientos. Al amparo del Plan General de obras hidráulicas de 1939, la iniciativa privada procede a la construcción de presas, apertura de pozos y galerías que modifican el paisaje y el subsuelo isleño. Podemos imaginarnos la isla convertida en un queso gruyere. Pronto surge la figura del aguateniente, que de manera caprichosa pone precio al líquido elemento.
El mejor conocedor de las ingenierías hidráulicas en Gran Canaria es Francisco Suárez Moreno, cronista de La Aldea de San Nicolás, quien ha investigado todo lo que rodea la cultura del agua. En 1943, por iniciativa de Antonio Sánchez, se llevó a cabo la constitución de la Comunidad Los Arroyos y Caideritos, en el barranco de Las Arvejas (Artenara), con el fin de captar los acuíferos de las zonas cumbreras mediante una galería cuya producción se canaliza al norte de la Isla. A pesar de la alta cota (1.300 m) de su embocadura, el alumbramiento es importante. Sin embargo, en 1964 esta galería estuvo a punto de ser clausurada tras haberse comprobado el desvío de la trayectoria del proyecto inicial.
Entonces, fue determinante la gestión realizada conjuntamente ante el gobernador civil por el alcalde Manuel Luján, y el párroco, José Cástor Quintana, que de manera suplicante plantean su consideración de "utilidad pública y de necesidad imprescindible para la población", lo que la salvó de su clausura. La merma de los acuíferos hace que el municipio acuse restricciones de suministro lo que lleva a que el Consejo Insular de Aguas, por Decreto de junio de 2012, autorice al Ayuntamiento la requisa de aguas, en la cantidad de 4.320 m3 al mes. Ante esta situación, en noviembre de 2012, el Ayuntamiento acuerda la adquisición de la mayoría del accionariado de la Comunidad; se adquieren 323 participaciones, a un precio total de 170.000 euros.
La Galería de Las Arvejas tiene una longitud de 2.600 metros y su producción de agua oscila en función de los meses del año. Al considerarse un acontecimiento histórico, el Ayuntamiento ha realizado un memorial a quienes participaron en su apertura. El suministro de agua a la población es el objetivo prioritario de cualquier gestión municipal dado que es el elemento básico por el que se mide la calidad de vida de los habitantes de los pueblos.
