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Reflexión

Ser pobre no es cuestión de mala suerte

Esta semana, la nueva consejera de Vivienda del Cabildo de Gran Canaria, miembro de Podemos, formó parte de un nuevo reality de entrega de viviendas mediante sorteo de diez unidades entre más de cuarenta familias de Gáldar, que esperaban con ansiedad que el bombo escupiera el número que les asignaría un hogar, al más puro estilo binguero, y con presencia, eso sí, de Fedatario público.

Decepciona que la nueva política siga copiando las viejas formas, que perpetúe los modelos de gestión de siempre, los de toda la vida, tan injustos y faltos de objetividad.

¿Para qué necesitamos trabajadores sociales que realicen seguimiento de las familias y elaboren informes, si finalmente lo dejamos todo en manos de la providencia?

Claro que resulta más fácil poner en manos de la suerte el reparto de viviendas sociales, hacer un sorteo ante notario, con luz y taquígrafos pero show al fin y al cabo, y adjudicar una decena de casas a casi cincuenta familias deseosas de ser tocadas por la estrella de la fortuna. Y es que no por ser más fácil, resulta más justo ni deseable.

Esperábamos más de quienes tanto han criticado las formas y maneras de hacer de los anteriores. Creíamos que actuarían con la lógica y el sentido común que no tuvieron los que equipararon pobreza con sino y azar, dando por hecho que la división entre clases es algo inevitable porque "les ha tocado, qué se le va a hacer".

Por desgracia, parece que en esta nueva etapa nos vamos a encontrar con más de lo mismo: a los pobres, las migajas, y encima, por sorteo, sin tener en cuenta otros factores tan relevantes como la situación económica, familiar, habitacional, laboral, la accesibilidad o la dependencia, los hijos a cargo, el tiempo de espera, la salud, la edad... etc.

Confiemos en que la consejera esté pagando la novatada que le provoca llevar apenas cien días en el cargo, y no en que el cargo le quede grande.

Tiene por delante casi cuatro años para enmendar este error y demostrar que otra forma de hacer políticas de vivienda es posible. Requiere trabajo, claro que sí. No puede ser de otra manera si no se quieren dejar las cosas al azar.

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