Es necesario recordar esta frase: "Lo único que necesita el mal para triunfar es que las personas normales, silenciosas, pasivas, etc, no hagan nada". Es del político irlandés Edmund Burke, que vivió en el siglo XVIII. Comentándola en un libro titulado Que los buenos no hagan nada, el escritor Federico Suárez, que vivió en el siglo XX, añadió: "Pero también se cumple esta ley si los buenos hacen muy poco, o no hacen lo suficiente, o hacen el mal creyendo que hacen el bien".

Pensando en nuestro país, a mí me preocupa mucho, como votante del PP, que este partido en esta última legislatura ha hecho muy poco o no ha hecho lo suficiente para atajar los males con decisión. Veamos el triunfo de la izquierda radical representada por Podemos. ¿Es que el PP no ha podido darse cuenta de que esos desahucios extendidos por toda España han llenado de angustia, indignación, rabia y desesperación a tantas familias? Parece que ha preferido seguir en brazos del capitalismo bancario solucionando sus graves problemas de amenazas de quiebras, olvidándose de los problemas de los pobres, mandándolos a la calle como alternativa. Esa actitud ha dado alas a la izquierda, para que entre todos tengan la mayoría en estas últimas elecciones y puedan gobernar en coalición... si se ponen de acuerdo, que seguramente se pondrán.

De acuerdo, el PP ha hecho algo muy importante que fue evitar el rescate de España por la UE, con lo que eso significaba de depender de las directrices de Bruselas para encauzar la economía de un país como España, que estaba próximo a la quiebra, con una prima de riesgo superior a los 600 euros. Hay que reconocer que esto lo ha conseguido y nos ha salvado del apuro, y las cosas a nivel macroeconómico van mejorando paulatinamente, pero no ha sido ni es suficiente.

Otro asunto fundamental en que ha fallado y sigue fallando el PP, en este caso junto con el PSOE, es en permitir la existencia y desarrollo propagandístico de partidos independentistas como Bildu, PNV y CiU, sin reflexionar que estos partidos suponen un atentado contra la integridad y seguridad del Estado español, alegando que todo el mundo puede defender lo que quiera, siempre que no lo haga con violencia. Craso error en el que no ha caído nunca Francia, que no permite que haya partidos independentistas en su territorio, declarándolos fuera de la Ley, porque una cosa es que cada uno defienda lo que quiera sin violencia ni atentar contra el derecho ajeno y otra muy distinta que se organicen como partidos y crezcan y crezcan cada vez más con sus exigencias y provocaciones organizadas.

Podría citar otros grandes errores en los que ha caído el PP, pero no quiero extenderme más.