Emotiva resultó la ceremonia ayer en el Corazón de María con motivo de las bodas de oro sacerdotales de Julio Sánchez. Todos sus cercanos allí estaban. Colegas, vecinos y amigos. Pocos saben que en sus años en Sevilla Julio Sánchez conoció al entonces clandestino Isidoro (exalumno claretiano Felipe González) en un encierro laboral y atendía en el confesionario a su madre, señora Márquez, mujer muy religiosa. Es historia política, no clerical.