La Provincia - Diario de Las Palmas

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104 años de la masacre de Molino de Viento

Se cumplen 104 años de aquel 15 de noviembre de 1911 día del trágico suceso ocurrido en Fuera de la Portada, en plena calle Molino de Viento del barrio de Arenales de Las Palmas de Gran Canaria, que costó la vida a seis ciudadanos. Hoy se cumplen 104 años de un luctuoso hecho, vivido y sentido por la gente de entonces, en cuanto a su manifestación pública y popular, olvidado y silenciado en los años de la Guerra Civil y durante todo el mandato de Franco y reavivado, tras la transición y reforma política, incluso con la dedicación de una calle del barrio a dicha efeméride, calle 15 de Noviembre, antigua calle 18 de Julio. En aquellos años del silencio, los Federales de Franchy y Roca, encabezados por Santiago Gutiérrez Peña, un grupo de amigos recordaba cada efeméride a aquellos muertos y tenían para ellos un pequeño homenaje en el Cementerio de Vegueta.

Recuerdo oír por primera vez, niño aún, la historia de este suceso de boca de mi padre, Antonio Cruz Espino, viejo socialista convencido, militante y ejerciente como secretario del partido que fue en alguna etapa. La mentalidad de aquel niño de entonces -con apenas cinco o seis años- recogió el relato como si de un cuento se tratara, aunque poco tiempo después se lo explicó con toda clase de destalles Maestro Juan "el Boya", insigne y renombrado barbero de la calle Venegas. Fue como una aventura de triste argumento, que, con el paso de los años, la lectura de la historia le proporcionó mayores elementos de juicio para profundizar sobre tan horrible suceso y sacar conclusiones. Don Juan Rodríguez Doreste lo narra con minuciosidad en su libro Memorias de un hijo del siglo al que remitimos a todo el que se sienta atraída por conocer y profundizar en este luctuoso hecho que justa y emocionadamente se conmemora un año más, este domingo.

Aquel 15 de noviembre de 1911 la ciudad estaba en plena jornada electoral, en el transcurso de unos comicios municipales, previamente ambientados, y supuestamente caldeados, por el enfrentamiento de las facciones políticas leonistas, como consecuencia de la ruptura producida entre los ilustres patricios grancanarios, hermanos don Fernando y don Juan de León y Castillo. Testigos de aquel suceso señalan como causa la rotura de una urna situada en el interior de un colegio de Arenales -en la calle Molino de Viento- consecuencia de la supuesta calentura de mente y ánimos por parte de un emisario del bando que lideraba don Felipe Massieu, porque allí se registraba una gran ventaja que favorecía a los candidatos de la oposición, al tiempo que al lugar habían llegado los ecos de haberse propagado en el Puerto de La Luz la voz de que don José Franchy y Roca había sido detenido, y ya se sabe por descripción de la propia historia insular, y testimonio personal de quienes lo conocieron, la estima, consideración y liderazgo que gozaba Franchy entre la población obrera, en especial la portuaria. Precisamente, de manera espontánea, los trabajadores portuarios organizaron una manifestación, en la que figuraban, además sus mujeres y sus niños. El trayecto fue desde el Puerto de la Luz, atravesando La Carretera, Santa Catalina y Alcaravaneras, hacia el centro de la ciudad. Una piedra arrojada sobre la masa de gente provocó el consiguiente disturbio que la Guardia Civil intentó controlar con disparos que ocasionaron la muerte de aquellos seis ciudadanos.

104 años después de aquel otro 15 de noviembre de 1911 vivido en Fuera de la Portada, el periodista no puede eludir la oportunidad de lanzar su ¡Envío! en homenaje de recuerdo y memoria a Pedro Montenegro González, Cosme Ruiz Hernández, Juan Torres Luzardo, Vicente Hernández Vera, Juan Pérez Cubas y Juan Vargas Morales, los seis muertos en tan trágico suceso, en correspondencia al homenaje de honra y veneración que entonces expresó la ciudad de lo que ha dejado testimonio escrito en la obra citada don Juan Rodríguez Doreste al expresar que se dio cita en "inmensa muchedumbre silenciosa, recogida, que marchaba al cementerio" y al frente de la cual iba "la figura, tan respetada y venerada, de don José Franchy y Roca'".

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