A pesar de que el humano es el ser más inteligente de la creación, comete muchas torpezas. La principal, es el dejarse gobernar por un puñado de políticos. Eso le hace estar condicionado a los intereses del poder, convirtiéndole en esclavo.

El no hablar todos una misma lengua es otra de las torpezas que frenan el entendimiento ciudadano, ya que una buena educación desde la más tierna infancia sería el mejor cimiento del entendimiento.

El que los ciudadanos quieran conseguir más bienes de los que necesitan es otra de sus torpezas, ya que estos le producen gastos y quebraderos de cabeza de los que podrían prescindir. Todo aquel que pasa su vida amasando fortuna que no podrá disfrutar, al final, sus sacrificios no sirvieron de nada, porque lo pierde todo.

Otra de las grandes torpezas del humano es el orgullo. Solo el creer que uno por ser bien parecido, listo o rico es mejor que otro, ya le convierte en necio.

El dar limosna, ayudas y subvenciones a cambio de nada, es otra de las mayores torpezas humanas. Todo ciudadano, de una forma u otra, puede ser útil y aportar un bien para todos. Por lo tanto, toda ayuda ha de ser ganada con esfuerzo. Repartir el trabajo es la mejor ayuda para todos.

Hasta que la justicia no sea igual para todos y la maldad castigada con la fuerza de su peso, la falsa ley seguirá siendo otra de las grandes torpezas del humano.