Eran garabatos escritos en dos servilletas arrugadas que se habían colado entre las páginas de una vieja agenda, casi ilegibles. Traté de descifrar lo que yo misma había escrito. Nombres, teléfonos, "Quini" y Guía. Nada más. Me empeciné en saber de qué se trataba porque sabía que sí las había guardado algún interés tendrían aquellos apuntes. La referencia de Guía era una buena pista. Llamé a dos amigos del Norte y les comenté lo que comento aquí; uno de ellos me puso en el camino. Esos datos tenían que ver con un terrible suceso acaecido en la Montaña de Guía cuando un domingo tres niños jugando al fútbol vieron cómo su balón caía por una tubería cercana de boca ancha. Los pequeños, en su inocencia, corrieron tras el balón y perdieron su vida. El balón tenía un significado especial para ellos porque estaba firmado por una leyenda del fútbol español, "Quini". Por entonces yo trabajaba en el Diario de Las Palmas y junto a un compañero informé sobre el dolor de familiares, policía y militares intentando romper la ancha tubería y rescatar a los pequeños. Cuando los hallaron no estaban vivos. La tragedia tuvo gran repercusión e incluso "Quini" se interesó por la familia de los muchachos. Hace un año me propuse recuperar periodísticamente el suceso, localizar a familia, vecinos y rescatadores. Lo intenté pero se complicó. Hace meses una mujer me paró en Gáldar; "perdone pero nunca olvidaré su cara. El día que mi primo murió en la tubería de Guía vino a casa y me aconsejó algo que luego entendí. 'Esconde las fotos del niño. Te la pedirán los periodistas. Guárdalas', me dijo". Recuerdo bien el portarretrato con las imágenes de la criatura. Ella las metió en un cajón. Entendí que publicarlas era causar más dolor a la familia, pero llegué tarde.

Alguien las reprodujo y se publicaron.

Duros sucesos.

stylename="050_FIR_opi_02">marisolayala@hotmail.com