Después de la tormenta de elogios sobresalientes al papel de Aitana Sánchez-Gijón como Medea, un atento lector, profesor de secundaria para más señas, pone el acento en las rodilleras que ha tenido que utilizar la actriz para su espectáculo litúrgico. El empeño en desnudar a una Medea con buen cuerpo obliga a Aitana Sánchez-Gijón a colocarse protectores de sus delicadas rodillas a la vista del público. Detalle de una gran representación.