En la sala Sinfónica del Auditorio Alfredo Kraus, el pasado domingo se celebró el concierto de clausura, de la segunda edición del Internacional Bach Festival, que como broche de oro culminó este maravilloso festival, en el que pudimos escuchar a una pléyade de músicos, que demostraron a lo largo de estos seis días un altísimo nivel. Con abundante público foráneo y con la sala casi llena, a las 12.00 horas de la mañana, dio comienzo, éste que sería el último concierto del Festival IBF. La Orquesta del IBF, con la misma plantilla con la que interpretaron La Pasión según San Juan, y bajo la dirección de Lucas Macías, el magistral oboísta del primer concierto pudimos disfrutar de un concierto que colmó todas nuestras expectativas.

La actuación dio comienzo con la interpretación del Concierto para tres claves en Do mayor BWV 1064, con una batuta que imprimió a la obra, de un primoroso acompañamiento, ya que ajustó la dinámica de las cuerdas de forma que no opacaran el sonido de los tres claves, puesto que son instrumentos de escasa proyección, sobre todo en recintos tan grandes como nuestro Auditorio. La cuerda sonó muy ajustada y empastada, el violonchelo de Juan Pablo Alemán y el contrabajo de Juan Márquez realizaron la parte del continuo. Las tres clavecinistas Saskio Roures, Patricia Robaina y Mar Tejadas estuvieron a un nivel muy alto.

La segunda obra fue la Cantata Jauchzet Gott in allen Landen BWV 51, se incorporan tres trompetas Miroslav Petkof de la Concertgebouw más dos trompetistas canarios. La cantata fue maravillosamente interpretada por la soprano holandesa Renate Arends, con una espléndida voz, con proyección y afinación. La primera aria estuvo acompañada por las trompetas que le dieron un aspecto suntuoso y vibrante. El recitativo fue una delicia acompañado por el continuo al que se había incorporado Saskia Roures con el órgano positivo, también no tiene desperdicio el aria siguiente a la que se sumaron, el primer y el segundo violín, la coral final se completa con la inclusión de las trompetas, redondeando una obra donde destacan; la soprano, los acompañantes solistas y el trío de trompetas.

El broche de cierre del Festival IBF, lo puso el Oratorio de Pascua, con la Orquesta del IBF, a las trompetas anteriores se le sumaron dos cornos ingleses, dos flautas y un timbal como elemento de percusión. Aparece el Coro de Cámara Mateo Guerra con su director Luis García Santana. Nuestro coro cumplió con creces, teniendo que ensayar en poquísimo tiempo una obra de tal envergadura; ya que tuvo que reemplazar a la Coral Reyes Bartlet del Puerto de la Cruz, que canceló su actuación, ya que no les llegó a tiempo la subvención del Gobierno de Canarias, menos mal que al final llegaron los dineros para el Festival IBF.

Tanto el director, como la orquesta y los cantantes solistas Renate Arends, soprano, Dave ten Kate, contratenor, Jan-Willem Schaafman, tenor y Jan-Willem Baljet, las mismas voces masculinas de la Pasión, rayaron a una grandísima altura. Meritoria obra magistralmente interpretada.

Concluimos afirmando que es un lujo para la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, el poder contar con un festival de dicha categoría que ha venido a reemplazar a los antiguos conciertos de Semana Santa que organizaba la Fundación Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, de los que todavía nos acordamos con nostalgia.