La Provincia - Diario de Las Palmas

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El callejón del gato

Teatrillo de títeres televisivo

Cada ciudadano puede tener, a priori, su candidato para las próximas elecciones pero lo que verdaderamente cuenta son a los que los diferentes medios, especialmente los audiovisuales, van a promover, hasta lo más alto de la cadena alimentaria, para fagocitar al contrario.

Atresmedia, o lo que es lo mismo, La Sexta y Antena 3, descaradamente apoyan a Podemos y las Confluencias, que día a día se encargan de poner en valor todos los parabienes de esta formación. En las ediciones de los diferentes programas queda patente cómo los tertulianos son claramente escogidos según su cuerda. Al Rojo Vivo hace honor a su nombre y el conductor del programa tiene a Pablo Iglesias y los suyos alejados de Venezuela o de cualquier cosa que pueda dañar la imagen de los populistas, en cuanto al líder de las noches de los sábados lleva al defensor de Rajoy -Paco Marhuenda- y al freelance Eduardo Inda para dar muestra de pluralidad y poner el contrapunto que les haga conseguir mayor audiencia.

La Tres, por su parte, parece más moderada dando cancha a los correligionarios de Ciudadanos encarnados en su líder máximo, Albert Rivera, que quiere jugar a árbitro en este partido, papel que antes tuvieron los nacionalistas, unas veces los catalanes y otras los vascos.

Por su parte los del grupo Prisa se refatiñan a los grupos de Izquierda en Las Mañanas de Cuatro y, cuanto más a la izquierda mejor. Telecinco está en otra onda, nunca mejor dicho, principalmente en la del corazón y demás concursos mundanos. Las reinas de las mañanas de todos ellos mantienen una línea bastante más homogénea, Mariló Montero, Susana Griso y Ana Rosa Quintana básicamente se encargan de ensalzar las cualidades más profanas de los candidatos tales como sus recursos en lo que al atractivo personal y amatorio se refiere.

¿ Y... las múltiples cadenas estatales? ¿A qué se dedican las emisoras del Estado? Tarea ardua difícil, pues unas veces dan una de cal y otra de arena, ya que cuando pretenden ser imparciales se les ve el plumero y acto seguido, por aquello de no sé qué complejo, hacen un "totum revolutum" difícil de digerir. La Noche en 24 Horas quizá se salva de la quema con un formato ágil y divertido.

Las cadenas privadas de segundo nivel, como 13 Televisión, son las únicas que hacen una apuesta clara y decidida, bueno, descaradamente decidida en la defensa del maltrecho PP, a las que las otras, con mayor audiencia se han encargado de darle cera o, mejor aún, leña al mono que es de trapo.

Después de todo este repaso, me pregunto, ¿y el PSOE? Pues va a ser que su último reducto es la televisión andaluza, que, por cierto, a Pedro Sánchez no lo deja bien parado y que solo le queda entre los pocos valedores El Intermedio, con el camaleónico Wyoming, que es un incondicional.

A lo largo de los próximos días, hasta el momento de las votaciones, irán ustedes comprobando cómo lo que aquí les digo tomará carta de identidad y a medida que se acerque el final irán subiendo el tono hasta llegar a las descalificaciones rozando el exabrupto.

Las televisiones destruyen sistemáticamente la diferencia entre lo normal y lo anormal, porque en sus parámetros lo normal carece en sí de interés suficiente y siempre habrá entonces que enfrentarlo a una alternativa. Su criterio no es la difusión de los valores y los principios, sino el provocar el mayor impacto.

En el fondo la gente generalmente confunde lo que ve en las televisiones con las noticias.

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