La Provincia - Diario de Las Palmas

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Rubén Reja

La otra volea de Zizou

La historia vuelve a reservar su lado más amargo para el Atlético de Madrid, que se queda a las puertas de ser un noble de Europa. El fútbol, siempre caprichoso, dejó caer la Champions sobre el regazo de la diosa Cibeles.

El destino aparta de la gloria a un combativo Atleti, que había firmado un torneo ejemplar hasta que se topó de frente con el Real Madrid en la final. Honor perdido que dejará secuelas en una nueva derrota con sabor a fracaso mal curado. Los colchoneros, casi irreductibles hasta la extenuación, aspiran a todo en el futuro, ya que la diosa Fortuna les debe una.

El Madrid suma una muesca más en su revólver (ya van once en catorce finales) y certifica, sin lugar a dudas, que la Copa de Europa es su trofeo fetiche.

El club blanco agiganta aún más su leyenda y en su territorio de caza favorito y del zarpazo de Cristiano Ronaldo y de penalti tras la prórroga gana una más.

Una victoria sobre el Cholo, al que le costará recuperarse de la debacle. Tras su tercera final, los rojiblancos sucumben en un derbi europeo con sabor español y no logran sacudirse el halo de pupas que han arrastrado siempre.

Para desgracia de los rojiblancos habrá que esperar un poco más para licenciarse como grande de Europa.

Por su parte, Zidane refuerza así su eterna relación ganadora con la Champions. En esta competición firmó uno de los goles más bellos de la Champions con una volea histórica. Ahora, como bisoño entrenador, reedita título tras revolucionar una plantilla que parecía muerta y firma la que es ya la otra gran volea de Zizou.

El Real Madrid, que ha tenido de cara los azares y espíritus del fútbol, cierra una temporada que rezuma a éxito inesperado. Cada copa, cual título nobiliario, le distingue más del resto y refrenda su particular mística con los títulos y su hegemonía en Europa.

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