"No sólo hay desigualdad en la distribución de la riqueza, sino en la satisfacción de las necesidades básicas"

José Saramago

La crisis ha reventado la igualdad entre vecinos, ha ampliado de manera ostensible la brecha social entre unos barrios y otros de esta ciudad. Esa misma crisis se ha cebado especialmente con los más humildes de nuestro municipio, con cifras de desempleo que dan escalofríos. La falta de un trabajo primero, y la ausencia de cualquier ingreso o prestación laboral poco después, han obligado a miles de nuestros convecinos a vivir con lo justo, y en los casos más acuciantes, subsistiendo con ayudas sociales o familiares. Mantener un hogar propio en una situación tan dramática como esta se ha convertido en una hazaña para miles de familias vulnerables de nuestra capital. Es a esas familias a las que el gobierno municipal dedica la nueva iniciativa social aprobada esta semana, una ayuda a los gastos que genera su vivienda habitual.

En el momento en el que estamos viviendo, económicamente, tenemos que centrarnos en medidas que estimulen la inversión privada y el crecimiento económico, y al mismo tiempo, en otras que palíen las necesidades de los que peor lo están pasando en nuestros barrios. Esta ayuda a la vivienda habitual responde a esta segunda necesidad.

Este gobierno municipal tiene un objetivo prioritario: luchar contra la desigualdad social. Lo dejamos claro al firmar el acuerdo entre las distintas fuerzas que componemos este proyecto progresista, y ya hemos lanzado varias iniciativas en este sentido. El convenio recientemente firmado con la principal operadora eléctrica para evitar los cortes de luz a las familias en situación de precariedad es un buen ejemplo de ello, a la que se pueden unir el aumento de los recursos económicos que se dedican a las personas con necesidades básicas o el bono solidario de Guaguas. En breve se pondrán en marcha otras iniciativas para que el acceso al deporte sea un derecho para todos o para evitar los cortes de agua a aquellas viviendas sin ingresos.

La ayuda a la vivienda habitual que este lunes se pone en marcha va a paliar la extrema necesidad de una parte concreta de las familias propietarias de una única vivienda, aquellos que peor han pasado la crisis. Es una ayuda circunscrita a estos hogares, condicionados por varios años de recesión, de precariedad y de una austeridad impuesta.

Esta ayuda a la vivienda habitual es una medida calculada para no generar un problema económico a la administración municipal. Es una iniciativa que está medida y cuantificada en 1,7 millones de euros para paliar las necesidades de los que peor lo están pasando. Una decisión en otro sentido sería una irresponsabilidad por nuestra parte porque, además de ocasionarle una merma de ingresos a la administración local, entraría en conflicto con la Ley de Racionalización de las Administraciones Públicas y acabaría ocasionando el efecto contrario al que nosotros, como gobierno local, buscamos, el de generar empleo y garantizar los servicios esenciales a nuestros vecinos y vecinas.

Una ciudad es un espacio de desarrollo compartido. Un lugar donde sus vecinos y vecinas deben encontrar su hogar y no sobrevivir con el continuo sufrimiento de poder perderlo. Con la idea de ayudar a combatir esta situación hemos puesto en marcha esta iniciativa. Entre todos construimos día a día esta gran comunidad que es Las Palmas de Gran Canaria, una ciudad en la que ahora contamos todos.