La Provincia - Diario de Las Palmas

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La que se avecina

Después del diluvio

Después del diluvio (Après le Déluge) es el primer poema de Las Iluminaciones de Arthur Rimbaud, genial poeta francés. El poema de Rimbaud es brillante y misterioso como todos los suyos; y casi desde su primer verso: "Aussitôt que l'idée du Déluge se fut rassise" (bien traducido -no recuerdo por quién- como: "Asentada que estuvo la idea del Diluvio"). Porque la base del poema es asentar la idea de que hubo realmente un Diluvio; para Rimbaud entonces. Y para nosotros ahora. Y fue el del 26J: un diluvio de votos para el PP de Rajoy.

Algo hizo que una catarata de papeletas fuera a parar a Rajoy. No hay que ser Sherlock Holmes para descubrir la causa principal. Lo que cambió y muchísimo (aún no sabemos cuánto) la realidad del panorama mundial, justo antes de la elección, fue el Brexit vote. Elemental, mi querido Watson.

El 24J se supo el triunfo del Brexit, y el mismo 24, el 25 y hasta el 26 -información instantánea- un tutti fortissimo de los medios globales lo mostró -acertadamente- como algo no malo, sino peor. Ominoso. Amenazador no sólo para la UE sino para toda la economía mundial. Frente a tal situación -un terremoto político-económico que mueve el piso del planeta-, es habitual que el votante indeciso vaya hacia la derecha, o a lo malo conocido.

Ante la amenaza de "Desunión Europea" agitada por el Brexit, el electorado español fue más hacia Europa. Los cuatro tenores habían apoyado a la UE. Pero Rajoy como gobernante había ido más allá, hasta el servilismo. Lo mismo que Zapatero (y también su PSOE aguantó el tipo ahora).

Perdieron

Unidos Podemos perdió, y está haciendo un "estudio demoscópico" para averiguar por qué. ¡Buena suerte! Parece mentira que doctorados o doctorandos en ciencias políticas que son sus dirigentes no vean lo obvio: "es el Brexit, estúpido". O más amablemente: "It's the Brexit. Elementary, dear Watson".

De acuerdo que también influyeron otras cosas: Rajoy fue -de lejos- el mejor "debatidor" (aunque haya sido el peor -y con más corrupción- gobernante en mucho tiempo). Con más tablas que los demás, repitió, muy seguro, su mantra de cifras que nadie alcanzó a rebatir. Atacó mucho y bien y se defendió idem. Pero sin el Brexit vote -que las encuestas tuvieron apenas tiempo de reflejar, o no- éstas hubieran acertado; al menos con el sorpasso. Pero el Brexit, casi en tiempo de descuento, le enjaretó a Unidos Podemos el sambenito de "antieuropeo", de "pro-Brexit", y ¡Adiós, sorpasso!

Brinca la bronca del Brexit

Los chirridos y gritos por el triunfo del Brexit no cesan en el RU. Nadie está conforme; ni los que lo promovieron, que se arrepienten, desdicen y echan atrás, o reconocen -Boris Johnson- haber mentido. La libra esterlina cae estrepitosamente al nivel de hace 3 décadas. Los mercados también. Los "brexitistas" quieren seguir en la economía europea, pero Merkel, desde Berlín responde, muy severa, que "no se pueden dejar las obligaciones y seguir teniendo los beneficios". Tantos son los males del Brexit que hay muchas voces en el RU para que no sea efectivo. El referéndum no es vinculante. El Parlamento deberá ejecutarlo y tendrá la última palabra... Cameron renuncia y le deja el fardo a quien le siga. A Boris Johnson le podría decir irónicamente: "¿Querías el Brexit? Aquí lo tienes. Es todo tuyo" (Al opositor líder laborista Corbyn le están serruchando la silla en su propio partido. Por las dudas).

Nicola Sturgeon, Primera Ministra de Escocia ha dicho que su país -mayoritariamente anti-Brexit- como parte del Reino Unido que es, "vetará" el Brexit (no hay Constitución escrita); e insistió en que de irse finalmente el RU de la UE, Escocia se separaría para seguir en la Unión Europea. La situación con/en Irlanda del Norte es comparable. Voces sensatas (atención: catalanes, vascos, españoles) proponen que un referendo de tal importancia no se pueda decidir por un punto porcentual -¡o un solo voto! (alguien que se caiga en la bañera)- sino que se necesitaría un 60 %. Puede que se hagan así en el futuro, y hasta que éste mismo referendo se repita en esas condiciones. O en otras. El parto Brexit va para largo (mínimo dos años) y puede llegar a no ser. Pero las consecuencias actuales del referendo ya son fuertes y negativas.

El mismo Boris Johnson descubrió su juego: era adalid del Brexit para ganar popularidad pero sin creer en él (estaba seguro de que perdería). Michael Gove -su colega en el Brexit- lo apuñaló por la espalda y Boris renunció a sus aspiraciones de Primer Ministro.

Michael Gove lo intentó, pero parece que el cargo irá a Theresa May, conservadora gris, anti-Brexit, pero poco.

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