En la era del móvil, el conocimiento no solo habita en las bibliotecas, las universidades, las revistas científicas, los museos?. Tampoco reside únicamente en la cabeza de las personas, ahora, podemos asentir que el conocimiento es también capital de la red. La red acoge las mentes de las empresas, gobiernos, think tanks, medios de comunicación.... a través de internet se está generado una polinización cruzada en la que tecnólogos, matemáticos, ingenieros, médicos, economistas, biólogos y cualquier otro profesional, sin tanto esfuerzo, puede avanzar en su investigación con ayuda, casi desinteresada de miles de expertos en cualquier campo de la ciencia, que están dispuestos a colaborar en beneficio mutuo. Parece que estamos experimentando el surgimiento de una cultura que se caracteriza por la vuelta a la redefinición del bien común.
Ha llegado el momento de recuperar la humildad del que "sabe que nada sabe". Las nuevas tecnologías nos han metido en una huida hacia delante en la que aquellos que dudan o tropiezan se los lleva la corriente. Como consecuencia, el principal reto al que nos enfrentamos en este siglo, es la educación de una clase de profesional que quiere seguir aprendiendo constantemente.
Debemos prepararnos para un futuro que se servirá de la inteligencia artificial, ejemplo de ello son los videojuegos educativos, pues, se están convirtiendo en una potente herramienta de comunicación para llegar a nuevos públicos. Los últimos estudios están demostrando la eficiencia de estas tecnologías para el fomento del desarrollo intelectual, creativo y artístico especialmente entre los niños y los adolescentes. Otro ejemplo es el robot japonés que este año estuvo a punto de ganar un concurso nacional de novela corta, pasó la primera fase ¿Cómo lo consiguió? Los programadores del robot le marcaron unas pautas de vocabulario, temática y personajes y la máquina redactó casi por sí misma un texto que estuvo a punto de conseguir un premio.
¿Has notado los cambios en el uso de la comunicación, la información y el conocimiento en la sociedad digital? El futuro se presenta tan cambiante como las nubes y la red nos va a hacer más inteligentes, sólo si queremos serlo. Asimismo la asimetría de la información no reside en el hecho de tenerla sino de poder determinar su veracidad. El espacio y el tiempo se reducen sustancialmente, un gran proyecto puede unir en pocas horas un equipo multidisciplinar, distribuido por diferentes continentes y conseguir acabar lo que hasta hace poco suponía años, en días. La creciente interconexión de la globalización nos está reorientando lejos de las tendencias que han enfatizado la individualidad hacia nuevas formas de colectividad.
¿Te parece real la evolución que hemos atravesado de la escasez a la abundancia de la información? Y no solo el exceso de información sino la ingente cantidad de herramientas necesarias para manejar dicha información. Me refiero a los buscadores y los enlaces de página a página que son de gran ayuda para encontrar cualquier tema que nos pueda interesar. Cuando estudiaba en la universidad, pensaba en el conocimiento como una serie finita de contenido preciso y fiable ordenado en repositorios, mientras que las nuevas generaciones lo ven como un flujo, es decir, como una red de discusiones y razonamientos que no tiene límites.
La próxima generación no sé si será más culta pero desde luego cuenta con más recursos y es más global que la mía. Nosotros, mi generación, estamos tratando de una manera sosegada de enfrentarnos a los retos que ello supone y adaptarnos al nuevo mundo digital. Actualmente, por la red, el acceso a la información es constante, cualquier duda, cualquier información, desde la más simple hasta la más compleja tiene respuesta a un golpe de click.
Si internet ha producido fuertes cambios en la accesibilidad y el manejo de la información, ¿qué implicaciones tendría para el funcionamiento de la economía? La información hasta hace bien poco era un bien escaso, las patentes y derechos intelectuales están siendo poco a poco sustituidas por información compartida y que muchas veces se produce de forma colaborativa. Los nuevos emprendedores están diseñando modelos de negocio desde el conocimiento y la tecnología, digitalizando todos los procesos. Las empresas startup inventarán mejores formas de hacer negocios más fáciles y más baratos.
La fea costumbre que nuestra generación ha ido adquiriendo de usar y tirar, la frase que estamos acostumbrados a decir, más vale tirar y comprar uno nuevo, por la dificultad que nos acarrea conseguir una pequeña pieza con la que sería posible reparar un aparato y más en una región como la nuestra, que el coste de transporte muchas veces no justifica la compra y nos obliga a comprar el aparato entero, está destrozando el planeta. Pero gracias a las regulaciones cada vez más exigentes con nuestro trato del medio ambiente que nos obligará a reducir la basura y a la disrupción digital que nos permitirá tener pequeños talleres con capacidades de impresión 3D de cientos de miles de piezas supondrá un avance significativo en ambos sentidos.
Hace unos diez años nació el teléfono inteligente y hace seis se consolidaron las tablets, no sabemos lo que guardaremos en los bolsillos en el año 2030 y hay muchos estudios que confirman que muchos de los puestos de trabajo de las nuevas generaciones no existen aun por lo que estamos formando a las nuevas generaciones del siglo XXI para tener habilidades que todavía no conocemos.
(*) Miembro del Foro Catpe Tránsito de Canarias hacia la Sociedad del Conocimiento
