El fallecimiento de José Antonio Pérez Cruz, familiarmente conocido por Teno, ha causado una gran impresión entre sus amigos y conocidos. Su potente personalidad y sus profundos conocimientos en las materias que dominaba lo habían convertido en una figura muy apreciada y estimada en los numerosos círculos en los que desarrolló su fecunda existencia.
Después de cursar la carrera de Magisterio realizó estudios universitarios de Etnografía. Un desgraciado accidente ocasionó que, desde muy joven, tuviera que desenvolverse con la ayuda de una silla de ruedas. Superó con su gran tesón y carácter los primeros momentos de terrible dependencia y consiguió una gran autonomía con la ayuda de vehículos adaptados. Su presencia en cualquier lugar de las Islas donde se le requiriese por sus conocimientos de etnografía y folclore, su gran facilidad de palabra, corrosivo humor y cualidades de polemista, le convirtieron en una figura muy popular.
Muy joven había viajado por numerosos lugares, al formar parte de conjuntos folclóricos tuvo la oportunidad de conocer otras culturas y disfrutar de la visita a ciudades históricas, algo que siempre agradeció cuando sus circunstancias fueron tan distintas. Volcó entonces toda su inteligencia y energía en sus intereses y aficiones, un amor profundo a las Islas y a sus tradiciones e historia, especialmente lo relacionado con la vestimenta y la fotografía. En esos campos se convirtió en uno de los especialistas más acreditados. Su carácter fuerte y su dialéctica demoledora se manifestaban siempre que se enfrentaba a lo que consideraba atentados a esas tradiciones o a nuestro maltratado patrimonio histórico artístico. Al mismo tiempo, colaboraba de forma generosa y desinteresada con todos los que acudían a él para consultarle o asesorarse en las materias que tan bien dominaba. Muchas investigaciones, exposiciones y libros de temas muy diversos cuentan con fotografías de su archivo o con imágenes que solo él conocía que podían estar relacionadas con cada asunto.
En las últimas décadas del pasado siglo colaboró de forma altruista con El Museo Canario, convenció a sus responsables de la importancia de su colección de fotografía antigua y procedió a ordenarla y a catalogarla, asimismo, consiguió que la Biblioteca Nacional le enviará los elementos adecuados para colocar los negativos de cristal y otros materiales.
El Cabildo de Gran Canaria adquirió en 1999 una colección de 18.000 fotos que había reunido durante años, el mayor conjunto de fotografía histórica de Canarias. La eficaz gestión de la Fedac la ha convertido en el mayor fondo de imágenes antiguas de las Islas, de acceso público y gratuito, por lo que ha conseguido una enorme difusión de la que Teno estaba muy orgulloso.
Una de sus grandes preocupaciones era el deterioro del patrimonio natural y cultural de las Islas. La acertada y laboriosa restauración de una vetusta casona de Vegueta del siglo XVII que acondicionó para su residencia, hizo que pusiera en práctica sus amplios conocimientos sobre el procedimiento constructivo tradicional. Llevó a cabo una restauración modélica, muy elogiada por los especialistas, que le proporcionó el marco adecuado para la numerosa colección de objetos de carácter etnográfico, antigüedades y obras de arte que sus conocimientos, criterio y buen gusto le habían permitido reunir.
En 1996 publicó La vestimenta tradicional en Gran Canaria, fruto de una profunda investigación en la que aportaba una gran cantidad de imágenes que facilitaban la comprensión de la evolución del atuendo de los canarios en el pasado. Muy activo en las redes sociales, asimismo aprovechó las posibilidades de Internet para localizar fotografías antiguas de las Islas y adquirir numerosas de ellas, de esa forma consiguió reunir otra interesante colección. Había terminado un nuevo libro sobre vestimenta y fotografía antigua que confiamos sea publicado en breve.
Expresamos nuestro pesar a su familia, especialmente a su hermano Fernando y a sus numerosos amigos y admiradores. Esperemos que sus colecciones tan amorosamente reunidas no se dispersen. Los que lo conocimos y apreciamos nunca lo olvidaremos, su obra y su legado permanecen. Descansa en paz, Teno.
