Las cuestiones protocolarias resultan relevantes en los actos oficiales. No se puede pervertir la norma y menos, por ejemplo, en una jornada tan solemne y visible como la fiesta de los Santos Ángeles Custodios, patronos de la Policía Nacional. En la solemnidad del acto que presidió el delegado del Gobierno en Canarias una silla vacía llama la atención. Un contratiempo, una sobrevenida indisposición, un desplante... ¡Orden, orden!