Medio siglo. Media vida. Tal día como ayer de 1966 llegaba a Las Palmas de Gran Canaria el sacerdote claretiano Pedro Fuertes. Es una fecha para recordar. Profesor, amigo y confidente de generaciones de estudiantes que pasaron por las aulas del Claret, asesor de obispos, ilustrado, sonriente, discreto, humilde, bueno y ejemplar discípulo del "padrito". Hijo adoptivo de esta tierra, aunque natural de Astorga, puede decir que es más canario que leonés.