Querido amigo, parece absurdo que Donald Trump sea tan despectivo con los emigrantes cuando EE UU es un país creado por colonos. Él mismo es nieto de inmigrantes alemanes y su madre fue una escocesa que emigró a Norteamérica a principios del siglo pasado.

Tampoco se entiende que los americanos propongan para presidente a un personaje que tiene un pasado tan conflictivo en el mundo de los negocios donde, como se sabe, llevó a la bancarrota a su grupo empresarial en 1991 después de haber financiado la construcción de un casino con bonos basura, operación que les costó millones de dólares a los propietarios de los bonos y a los bancos. Aunque, ciertamente, resulta más conveniente empoderar a un culpable conociendo sus culpas que a un ino-cente, porque siempre tendrás a aquel pendiente de un hilo, mientras que los inocentes son gente difícil de controlar...

Por su parte, los sioux, que son los auténticos nativos del lugar, están en pie de guerra por mor de la construcción de un oleoducto, que no quieren que pase por la reserva donde yacen los restos de sus antepasados, razón para ellos de un gran significado histórico y cultural.

Así que ya pueden ir con cuidado los invasores, sobre todo si es un rostro pálido llamado Donald Trump, porque los indios le pueden arrancar su dorada cabellera.

De todas formas, el discurso de Trump es la reacción esperada de los que piensan que en el mundo hay demasiada permisividad, argumento este que aplauden los sectores conservadores del electorado americano. Pero, también, los latinoamericanos residentes en el país de las oportunidades, que no están dispuestos a que nadie venga a disputarles las suyas. Y es que, como también se sabe, no hay peor negrero que un negro.

Pero, por más que le pese a Donald Trump, cada día habrá más negros y muchos más latinos en Disneylandia, hasta que llegue el día que se hablará de los angloamericanos como un sector marginal de la población, y hasta puede que acaben hacinados en una reserva, como los sioux.

Hace solo unos días, todo el mundo decía que Hillary Clinton tenía el combate ganado porque no le podía haber tocado un adversario más conveniente, pero todo ha cambiado en la última semana. Hoy martes votarán los estadounidenses, así que los resultados los tendremos de aquí a un rato. Yo espero que elijan a la Clinton, pero solo porque me parece que es lo menos peor...

No creo que si Donald Trump llega a la Casa Blanca le dé por quemar negros como a los del Ku Klux Klan, pero será negro el futuro de la paz mundial si, como dice, lleva la guerra hasta los últimos confines del Islam.

Luego vendrán los suecos y, aunque nadie sabe por qué, le darán el Nobel de la Paz... Pero siempre nos quedará Dylan, para cantarnos en verso la verdad de todas las cosas.

Un abrazo, amigo, y hasta el martes que viene.