La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

CRÍTICA 'Todo lo que fluye'

Félix Juan Bordes absolutiza el color

El primer impacto de esta pintura testimonia la felicidad de pintar. El gesto libérrimo, la valiente tracería de las formas, la composición latente pero no limitadora, las texturas superpuestas y, sobre todo, el color victorioso, articulan un lenguaje personalísimo en el espacio más experimental. Todas las piezas están realizadas con técnica mixta sobre lona, y los formatos (de hasta cuatro metros por más de dos) denotan el pensamiento mural. La superficie extremada reta a Bordes a la verificación de su sentido, compromiso cumplido en la intensidad compositiva y la evidencia del furor pictural, tan perceptible en el conjunto como en todos los puntos de contemplación. Nada hay de gratuidad o relleno en estos relatos fantásticos, puramente visuales.

En el texto también mural que nos recibe a la entrada, la comisaria de la muestra, Ángeles Alemán, refiere viajes del artista y reflexiona sobre la huella de otras culturas, africanas y asiáticas. Bien está conocer esos antecedentes pero la creación es autónoma, como ella misma asegura, y seduce la mirada en valores de pintura-pintura. Su narrativa es pictórica y casi abstracta, incluso cuando aparecen sugerencias figurativas, diluidas y lejanas en la poderosa movilidad de los trazos caudales o las materias adheridas. La libertad cromática, desde los pigmentos más luminosos hasta los más sombríos -soles cegadores o fondos marinos- habla de sí y por sí misma, para ratificar en el suprematismo del color la dicha de pintar como impulso germinal de lo pintado.

La trayectoria de Bordes auguraba esta consumación. Fascinado por el saber esotérico y los alfabetos enigmáticos, el propósito de darles forma es contingente en una propuesta de caos como principio de todas las cosas. La gestualidad del trazo ordena compulsivamente la elocuencia sígnica hasta encontrar en la deconstrucción un orden diferente. El poder compositivo revela sus leyes en pautas casi estructurales que no se parecen a nada precedente. La "fluencia" es intrínseca, no referencial, y su caligrafía rompe los límites en la coloración dramática, provocadora, poética y salvaje. Los contenidos estético y noético proclaman la alegría de un artista creador en su plena madurez.

Compartir el artículo

stats