1Año 1940. Un radio cable urgente del Ministerio de Marina ordena la ocupación del muelle y la explanada Virgen del Pino de Las Palmas de Gran Canaria para poner en su lugar una base de la Armada.

2) La guerra mundial en Europa justifica la construcción de este y otros dispositivos militares en las islas, señala el historiador Juan José Benítez. España acaba de terminar su guerra, pero teme verse envuelta en la mundial y Canarias es un punto estratégico. (Cualquiera puede ponerse en situación gracias al cine. Alied y Brad Pitt acaban de pasar por aquí. Solo un detalle: en aquella época no usaban decorados.)

3) Imaginemos la prepotencia del Gobierno golpista que acaba de ganar la guerra de España y tiene a miles de presos políticos en las cárceles. Hay delaciones, venganzas y desfiles falangistas. Militares en activo o en reserva son nombrados para cargos civiles. Las Palmas de Gran Canaria tiene 120.000 habitantes y un coronel en la alcaldía.

Entre 1936 y 1940 hay 29 ejecuciones en Gran Canaria y aún hoy, en 2017, se buscan restos de represaliados en un pozo de Tenoya, con la constancia de que hay más víctimas cuyo paradero aún se desconoce.

Así que el Gobierno fascista da la orden y se planta una Base Naval en lo que hoy es "exactamente el centro neurálgico" de Las Palmas de Gran Canaria (en palabras del diputado de NC Pedro Quevedo).

4) La base ocupa los terrenos del castillo de Santa Catalina cuya propiedad pasó del antiguo Cabildo o Consejo de la Ia Isla al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y de éste a la Junta de Obras del Puerto poco antes de la guerra del 36. Una pregunta por contestar -destaca Benítez-, es cómo se hizo esta segunda transmisión de la propiedad: ¿compró el Puerto el terreno al Ayuntamiento? Porque es la Junta de Obras del Puerto (Ministerio de Obras Públicas) la que sufre la ocupación en 1940.

5) El 5 de julio de 1944 una comisión interministerial (Aire, Marina y Obras Públicas) acuerda la cesión definitiva de la propiedad al Ministerio de Marina a cambio de 7,5 millones de pesetas. Así se valora la obra que costeó la Junta de Obras del Puerto. Sin embargo, en mayo de 1946 el ministro de Marina renuncia a la adquisición y "ordena anular la reserva de crédito efectuada con tal fin", desvela Benítez.

6) Pasa el tiempo, llega la democracia. El crecimiento de la ciudad pone la Base a los pies de los centros comerciales y con los años hasta un carril bici le pasa por la nariz. La ciudad de 2017 se parece como un huevo a una castaña a la de 1940. Han pasado 77 años. Ya no hay dictadura y las razones que decidieron su construcción no existen. Así lo reconoce Defensa en 1978 y 1998 (argumentos de la pro-posición no de ley de NC aprobada por unanimidad en el Congreso).

7) La mayoría de las corporaciones municipales democráticas de Las Palmas de Gran Canaria han reclamado la devolución a la ciudad de los terrenos de la base naval, y hay coincidencia en que debe encontrase otro emplazamiento para que Defensa cumpla una función que se reconoce esencial. El primer papel oficial que reclama la base en el Ayuntamiento se produce con el alcalde Soria en 1997 (aunque él quería un centro de negocios,"que no sonaba muy bien", apostilla el socialista Franquis en el Congreso).

8) Marzo de 2016. Nueva Canarias -para la que este es un objetivo "de primer orden"-, logra que se apruebe por unanimidad la proposición no de ley en el Congreso que insta al Estado a poner en marcha una comisión de estudio. Se trata de arrancar la máquina.

9) 29 de marzo de 2017: La ministra Cospedal pregunta quién pagará los 400 millones de euros que costará el traslado. Un mes después, la delegada del Gobierno en Canarias, Mercedes Roldós, aventura en el programa El Foco que, si hubo expropiación, se pagaría un justiprecio?

10) "Y digo yo: pues va a resultar que tenemos que decidir nosotros, los habitantes de Las Palmas de Gran Canaria, dónde se ubica ni más ni menos que una base naval, y además tenemos que pagarla" (Pedro Quevedo, Comisión de Defensa. Congreso de los Diputados).