Ajenos a la expectación que despierta su presencia en la isla los miembros de la UME reparten el día como cualquier trabajador. Después de realizar las tareas asignadas en su jornada laboral, los soldados que forman parte del contingente desplazado a la isla del meridiano transitan por las calles de Valverde, Tigaday, El Pinar e incluso, antes de la reciente evacuación, La Restinga. Hay tiempo para tomar un café, comprar algún recuerdo y hasta para cortarse el pelo en una peluquería de la capital. Les delata su uniforme negro oscuro y su boina de color amarillo mostaza.

Hacía tiempo que el acuartelamiento General Anatolio Fuentes estaba casi vacío. Esta instalación militar situada en la costa noroeste de la isla, entre el aeropuerto y el pueblo de La Caleta, cuenta desde hace tiempo con una dotación mínima cuya función principal es la de realizar tareas de mantenimiento de las instalaciones: limpieza, lijado, pintado, reparaciones de maquinaria, etc. Alrededor de una docena de efectivos del Ejército de Tierra trabajan habitualmente en el cuartel y su labor es básica en estos días para que la estancia de los "visitantes temporales" sea posible y transcurra con normalidad. Desde la llegada de los miembros de la UME, la instalación ha recobrado la vida y el ambiente de tiempos pasados ya lejanos en los que el acuartelamiento era habitado permanentemente por casi 200 militares o pasaban por él los jóvenes que en sucesivos reemplazos realizaban el obligatorio servicio militar.

Para los 42 militares que forman parte del despliegue de la UME la jornada comienza con el toque de diana a las siete de la mañana. Tras el desayuno, a las ocho se procede al izado de bandera y seguidamente celebran una reunión de coordinación en la que repasan el estado de las tareas que se les han encomendado hasta la fecha y reparten el trabajo para el día. Es a partir de las nueve cuando cada uno se dirige las zonas asignadas para llevar a cabo esos trabajos.

La presencia de la UME en la isla, comenta el teniente de navío Santiago Díaz Portillo -jefe de su oficina de comunicación en El Hierro-, responde a la solicitud de los servicios de emergencias y su misión tiene tres objetivos fundamentales.

Campamento

Se les ha solicitado estar en disposición de montar un campamento para 2.000 personas. Para ello han desplazado a la isla todo el material necesario. Su misión sería estrictamente de montaje, puesta en marcha y mantenimiento del mismo, pero la gestión y el funcionamiento diario sería tarea de Cruz Roja, Protección Civil y el resto de implicados en el dispositivo de emergencias. El montaje se llevaría a cabo por personal especializado del RAEM (Regimiento de Apoyo en Emergencias) que ya se encargó del montaje de este tipo de infraestructuras (un campamento de 4.000 personas) para albergar a los damnificados del terremoto de Lorca. Además, como ha sucedido ya en el caso de las evacuaciones de La Restinga, su colaboración está prevista para el transporte de personas desalojadas que no puedan desplazarse por sus propios medios, siempre y cuando no se trate de personas que precisan una atención especial.

Una solicitud específica de los servicios de emergencias a la unidad ha sido el disponer de los medios necesarios para establecer un canal de comunicaciones con el exterior de la isla que garantice las mismas en caso de cualquier incidencia en las redes comerciales convencionales, tanto de cable como de radio. Para ello dentro del material con que cuentan está el vehículo de comunicaciones León que garantiza el enlace con el exterior en caso de que "cayera" todo el sistema de comunicaciones estándar. El León se complementa con otros vehículos más pequeños, los Mérida, para cubrir las comunicaciones entre puntos dentro de la propia isla.

La Unidad Militar de Emergencias, creada entre 2005 y 2006, cuenta con cinco batallones repartidos por la geografía peninsular. Aparte del cuartel general en Madrid, se sitúan en Zaragoza, León, Valencia y Sevilla, sede esta última desde la que se han desplazado los efectivos a la isla del meridiano. Cuentan además con dos Unidades de Intervención en Emergencias Naturales (UIEN) desplegadas permanentemente en Canarias: una en Gando (Gran Canaria) y otra en Los Rodeos (Tenerife).