El futuro nos ha llegado tan rápido como los usuarios hemos decidido adoptarlo y se ha convertido en un proceso tan habitual como coger el móvil y usarlo una media de tres horas diarias.

Las conexiones son cada vez más rápidas, las aplicaciones mayores y los usuarios demandan- facilidad, usabilidad y sobre to- do seguridad. Lejos del futuro distópico que nos presagiaban ambas películas, lo que nos depara ya el presente es un apasionante mundo en el que cualquiera con un Smartphone con un hardwa- re de escaneo de iris puede acceder a su móvil, a sus mensajes, a sus apps, correo y a su banca personal.

¿Es realmente seguro?

Para David Alonso, director del área de empresas de Samsung, el reconocimiento del iris es 200 ve- ces más seguro que la identificación por huella dactilar ya que el iris configura un mapa biométrico con 266 puntos únicos. El reconocimiento facial tiene algún pero y es que nuestra cara va cambiando con el tiempo, por no decir que si tienes un gemelo podría también entrar en su terminal. Sin embargo, el iris no cambia desde que nacemos y no es replicable.

Para la banca, la ciberseguridad biométrica es una máxima y es uno de los motivos por los que esta tecnología tiene todo el sentido del mundo. Desde el pasado septiembre, el banco británico TSB Bank, algún banco local en EE UU y otro en Corea ya han probado el método. Pero el gran paso lo acaba de dar el BBVA. Para Raul Navarrete, director de canales móviles de BBVA España "lo importante es estar cerca de nuestros clientes que hacen un esfuerzo en comprase un terminal y queremos que el banco le pueda facilitar las mismas funcionalidades. Es tan fácil como registrar el iris en un Samsung S8, usarlo como patrón de desbloqueo y configurar la aplicación de BBVA con el mismo método".

Firmas, tarjetas, contraseñas€ eso ya es pasado

De esta manera el acceso es mucho más veloz y más amigable y nos evita recordar los largos passwords y logins numéricos que tenemos habitualmente. Entrar en la aplicación es más rápido que un pestañeo y el nivel de ciberseguridad viene avalado por la platafor- ma de seguridad Samsung Knox que guarda la información en un área de seguridad del dispositivo llamada TrustZone.

Carmen Sánchez, de Ávila, 86 años, cedió todas sus cuentas ban- carias a la persona que cuidaba de ella y casi termina arruinándola. "Con estos sistemas", apunta Raúl Pérez, director adjunto de Transformación Digital de BBVA, "el control siempre lo tiene el cliente. De septiembre de 2016 a septiembre de 2017 se ha pasado de 24 millones de accesos a 56 millones y esperamos que siga creciendo exponencialmente".