Ella es licenciada en Biología. Él, arqueólogo. Pero a los grancanarios Eva Betancor y Jonathan Santana no les une solamente su pasión por las ciencia y la investigación: tres caracteres (U6b), que en genética determinan algo así como el código de barras de los primeros pobladores canarios -haplotipo se le denomina-, les convierte en herederos de la carga genética que poseían los primigenios isleños. Actualmente, sólo un 30% de la población canaria lo posee y esta pareja, entre risas, no ocultaba ayer en Las Palmas de Gran Canaria su satisfacción por formar parte de esos "aborígenes" del siglo XXI.

"A veces, con mis amigos y compañeros de profesión nos reímos mucho porque me llaman entre ellos el primitivo", explica Santana Cabrera, de 27 años, que junto a Eva Betancor Hernández forma parte del banco de datos elaborado por los autores de la investigación genética multidisciplinar que confirma a los bereberes como primeros pobladores del Archipiélago canario.

Eva es natural de Arucas, en Gran Canaria, y hereda el haplotipo U6b de la rama femenina de su familia, que es la que se ha estudiado gracias al análisis mitocondrial de su ADN. "Me enteré de la noticia este verano", cuenta, "pero me falta saber ahora si también tengo ese herencia genética por parte de padre", dice esta científica de la Universidad de Las Palmas de GC.

Jonathan sí tiene claro ya que, por rama paterna, su herencia genética es nórdica. Sin embargo, revela que el haplotipo heredado de su madre es, si cabe, más especial que el de la mayoría.

"Se trata del U6b1, que es la variante más pura de los haplotipos aborígenes existentes en la actual población de Canarias". Su progenitora, su abuela y su bisabuela proceden de Lanzarote, "pero sería muy aventurado decir que mi haplotipo es endémico de aquella isla porque los traslados masivos fueron frecuentes durante los siglos de ocupación castellana", añade.

Pese a la alegría, tanto Eva Betancor como Jonathan Santana relativizan la noticia. "Le damos la importancia que tiene; ni más ni menos", comentaron ayer ante un café en la redacción del periódico antes de relatar que "en casa ha hecho gracia, pero poquito más".

Otro detalle que señala también hacia el antiquísimo linaje canario de ambos son sus apellidos. Sobre todo los de Eva. "Los Betancor, que fue como se castellanizó a los Bethencourt, están en las islas desde 1403, y el apellido Hernández es de los más antiguos de Canarias", explica Jonathan Santana a una encantada y amable Eva que, por su condición de mujer, podrá transmitir su haplotipo U6b. Jonathan, como hombre que es, sólo podrá transmitir su ilusión y pasión.