Se trata del gen conocido como RUNX3, cuya desactivación permite que puedan aumentar de tamaño los tumores, explicaron los investigadores liderados por el profesor japonés Yoshiako Ito, informó hoy el diario local "The Straits Times".

En la mayoría de los casos de cáncer de colon, el RUNX3 ya está alterado en la fase inicial de la enfermedad, cuando ésta todavía puede ser tratada.

De esta forma, explorarán nuevos métodos terapéuticos que puedan mantener siempre activo el gen, y retrasar así todo lo posible el desarrollo de los tumores.

Los científicos singapureses experimentaron sobre animales con muestras de tejidos cancerígenos procedentes de seres humanos, y comprobaron que en todos ellos siempre estuvo desactivado el RUNX3.

Estudios previos en Estados Unidos y el Reino Unido hallaron fallos en otro gen, denominado APC, que también aceleraban el desarrollo del cáncer, pero el equipo del profesor Ito mantiene que incluso si no se da ese problema, la enfermedad puede continuar destruyendo el organismo, siempre que el RUNX3 haya sido alterado.

Ito afirmó que el problema está en las funciones del gen, y no en su secuencia de ADN, lo que abre una vía para estudiar cómo reactivarlo, y anunció que a partir de ahora investigarán si puede tratarse de un problema hereditario.