Aunque las fuerzas alemanas estaban ya a las puertas de la ciudad, el dictador soviético Iósif Stalin ordenó la realización de la parada militar con la que tradicionalmente el 7 noviembre se conmemoraba el aniversario de la revolución bolchevique de 1917.

En el desfile participaron efectivos de la guarnición de Moscú vestidos con uniforme de la época, un escuadrón del regimiento de caballería, cadetes, bandas militares, así como miembros de clubes patrióticos.

En la tribuna de honor, presidida por el alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov, y otras autoridades de la capital, se encontraban 75 veteranos de guerra que participaron en la parada de 1941.

La batalla de Moscú fue la primera gran derrota que sufrieron las armas alemanas en la segunda guerra mundial y sepultó los planes de Adolf Hitler de una guerra relámpago en el frente oriental.