No podían ser más dispares las propuestas que el diseñador de origen brasileño Francisco Costa, para la casa Calvin Klein, y Custo Dalmau, para su Custo Barcelona, hicieron este jueves en la pasarelas neoyorquinas.

El diseñador español, en declaraciones a Efe, explicó que ha dividido su colección para el otoño-invierno que viene en una parte "más comercial, más icónica, gráfica y colorista, y la que es más de moda, más de vanguardia y sofisticada", a la que ha llamado "Premium" y que se presentó en la pasarela de Bryant Park.

En esta ocasión, el diseñador español presentó 22 propuestas para hombre y 50 de mujer, que con las mezclas musicales del español Javier Peral y bajo el lema de "Eco Glamour", buscan ser "un homenaje a la vida en el planeta", y en la que sus grafismos se refieren a la naturaleza.

"Más que moda es una obligación de todo el mundo ser consecuente con lo que está pasando en el planeta. Hemos querido hacer un homenaje al planeta y a la ecología de un modo muy glamuroso", dijo.

Para ello Dalmau optó por utilizar imitaciones de pieles de animales y plasmar sus diseños en colores azules, morados y fucsias metalizados o no mezclados con el negro y el gris.

En cuanto a los materiales básicos utilizados por el diseñador fueron gasas, sedas y lanas de diferentes calidades las elegidas, mezcladas con fibras que provienen del bambú.

"Es la colección en la que hemos invertido más tiempo y más recursos, y creo que es la más sofisticada que hemos inventado hasta ahora", indicó Custo Dalmau.

Entre las piezas que más resaltó el diseñador están los muchos abrigos presentados, con una línea despegada del cuerpo, al igual que la colección en general, que él calificó de "muy fluida", sin que falten los entallados, así como el recurso a los leggings o mallas, eso sí, confeccionados en lentejuelas, y en su tendencia general a mezclar los extremos.

Para los accesorios, el diseñador español recurrió a deportivas bordadas y botas tipo militar para los modelos masculinos, a los que vistió con psicodélicos trajes de lana y terciopelo, así como con tejidos metálicos, y con impresiones en cuadros o rayas.

Para ellas, multicolores zapatos abotinados, casi sandalias, de plataformas y altos tacones, al igual que relojes y anillos, realizados en cristal de Murano tallados a mano.

Dalmau indicó que "las zapatillas ya están en el mercado desde el mes de enero. Las de hoy son ya de la próxima colección de invierno, que estarán en las tiendas a partir de septiembre".

El diseñador se refirió también a la actual crisis económica para señalar que no la tuvo en cuenta en su proceso creativo y que más bien su pensamiento en la pasarela, es el de "arriesgar. La crisis no nos ha hecho cambiar nuestra ideología".

Costa, por su parte, ofreció una colección geométrica, en la que, además del clásico negro Calvin Klein presente en 28 de sus 35 creaciones, predominaron los cortes asimétricos en las faldas y vestidos, así como un tipo de pantalón pirata ancho, en contraste con la generalizada propuesta para el próximo año de los pitillo.

En declaraciones a Efe, tras su desfile, el diseñador de Calvin Klein indicó que esta colección la inició "con grandes tejidos y grandes líneas... Se parecía a una manta. De hecho compré unas mantas en Santa Fe (Nuevo México) y empecé a jugar con ellas".

De ahí, evolucionó hacia las texturas rotas que se vieron hoy en vestidos y que "reflejaban el desierto. Ha sido un largo viaje, porque quería conseguir algo técnico", con el objetivo de buscar nuevas proporciones y nuevos largos de falda.

"Cuanto más lo pensaba, menos me importaba que fueran prendas largas. Así que jugando con los patrones, le di la vuelta al de un pantalón y de repente se convirtió en una falda", dijo el diseñador, que reconoció la influencia en su trabajo de la vida excéntrica, ecléctica y chic de la escritora británica Nancy Cunard (1896-1965).

Respecto a la época de crisis que ha llegado a la moda, Costa indicó que la firma "se ha portado de maravilla. He recibido un gran apoyo. Hemos sido cautos, pero en creatividad, me han apoyado en todo. Nuestra ventas, de hecho, han subido".

"Lo siento mucho por otros diseñadores, porque éstos no son unos tiempos fáciles. Sin embargo, es una época muy buena para la creatividad. Conseguimos las cosas más creativas cuando los tiempos son duros", agregó Costa.

En lo que sí coincidieron esas dos firmas de moda, además de en dar rienda suelta a la creatividad, fue en el amenazante regreso de las hombreras, pues Costa y Dalmau también tuvieron hacia ellas una mirada ligeramente ochentera como otros diseñadores estos días.