La intensidad del tremor, el rumor propio del magma en su ascenso hacia la superficie, sigue en aumento en el fondo submarino de El Hierro, a unos cinco kilómetros de la costa de La Restinga, según verifican los espectómetros cuyos registros siguen los vulcanólogos del Instituto Geográfico Nacional (IGN) y con ellos la comunidad científica internacional. Se puede decir que el tremor es la voz con la que el magma anuncia su ascensión. Y cada vez lo hace en un tono mayor.

El tremor es una señal sísmica distinta a la que provocan los seísmos, pues se trata de una vibración estable que muestra una amplitud e intensidad constantes y que puede mantenerse durante minutos e incluso horas. Es además uno de los indicadores clave asociados a fenómenos eruptivos como el que arrancó en la madrugada del lunes en El Hierro.