Un hombre se marcha de casa, pero vuelve a los pocos minutos para verificar que ha apagado el fuego de la cocina. Si este hombre se marcha de nuevo y vuelve a regresar a su hogar preocupado por el mismo hecho una y otra vez, podríamos estar hablando de un Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC). Una patología crónica que en niños suele aparecer sobre los 10 años y en adultos rondando los 30. Sobre esta patología, que se calcula que afecta a unas 16.000 personas de la provincia de Las Palmas, se ahondará en las XIII Jornadas Internacionales de Actualización de la Salud Mental, que se celebrarán el 17 y 18 de noviembre en el Hospital Doctor Negrín.

"El tabú se va perdiendo y cada vez son más las personas que acuden a un especialista para tratar esta enfermedad. Antes estos pacientes acudían al psicoanalista y sus casos no llegaban a los centros públicos. Era una población que estaba oculta", explica Ángel Trujillo, jefe del Servicio de Psiquiatría del Área Norte de Salud Mental de Gran Canaria.

Entre otros motivos, los afectados no iban al médico porque lo veían vergonzante, sentían miedo a un posible estigma social y se resistían a asumir los síntomas. Por estas razones se suele tardar mucho en diagnosticar el TOC, la cuarta enfermedad mental con mayor prevalencia, después de la fobia específica, el abuso de sustancias y los trastornos depresivos.