"La financiación que le pedimos al Gobierno de Canarias para sacar adelante el Banco Español de Algas es de unos 250.000 euros, o lo que es lo mismo, el equivalente al sueldo de tres cargos de la Agencia Canaria de investigación, Innovación y Sociedad de la Información".

Así lo indicó ayer el director del Banco Español de Algas, Guillermo García Reina, en respuesta a la negativa del Gobierno Autónomo de financiar una parte de la actividad de este servicio nacional de I+D+i en el campo de las microalgas y cianobacterias, ubicado en el Centro de Biotecnología Marina de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

García Reina, acompañado por el gerente del BEA, Bruno Berheide, presentó la memoria anual de productividad del Banco Español de Algas, uno de los tres laboratorios acreditados de la Unión Europea para el depósito de microalgas sujeta a patentes, sobre el que se asientan las bases para el desarrollo de un nuevo sistema agroindustrial basado en la producción de biomasa por microalgas y cianobacterias.

Berheide aseguró que el Banco cuenta actualmente sólo con el 52% del presupuesto necesario para su funcionamiento en 2012, que asciende a 852.000 euros. Una parte del dinero disponible procede de ingresos propios del Centro (240.000 euros), y la otra, de la aportación de la ULPGC a través del Campus Atlántico Tricontinental (200.000 euros).

Para garantizar la actividad de esta infraestructura, precisan del respaldo financiero de los Gobiernos Autónomo y Estatal, "porque hasta el momento sólo tenemos financiación hasta el mes de julio", apuntó el gerente.

García Reina señaló que el Banco Español de Algas "no es un museo, ni un jardín, sino la herramienta para el desarrollo de un nuevo sector industrial. El mundo necesita biomasa y su fuente no serán los cultivos tradicionales, el futuro está en las algas". Recordó que, el director de la Agencia Canaria de Investigación (Aciisi), Juan Luis Alzola, se comprometió a dar continuidad a este proyecto, después de que el Gobierno canario entrara a formar parte del Comité de Gestión del BEA junto con la ULPGC y el Gobierno central, que en 2009 respaldó su creación en Canarias con la aportación de 2,6 millones de euros, dentro del Plan Nacional de Microalgas.

"La actividad científica y tecnológica se puede medir, cuantificar y comparar. Hay que priorizar las inversiones públicas en función de la productividad y el retorno social". De esta forma, García Reina invitó al Gobierno canario a evaluar la productividad de este Centro que pretende situarse, en cuatro años, entre los tres mejores bancos de algas del mundo.

"Canarias es una de las regiones con mayor biodiversidad de microalgas y cianobacterias del mundo y es la zona de la Unión Europea con las mayores ventajas estratégicas para el desarrollo de un nuevo sistema bioindustrial basado en estas nuevas fuentes de biomasa y compuestos bioactivos".

Para situarse en la élite mundial en 2015, el responsable del BEA destacó la necesidad de contar con un esquema de financiación consolidado para los próximos cuatro años, estimado en 850.000 euros anuales.

Según destacó el gerente del Banco Español de Algas, Bruno Berheide, dicho esquema de financiación contempla que en los próximos cuatro años el Estado subvencione el 50% del presupuesto, el Gobierno de Canarias un 25%, y la Universidad de Las Palmas el 25% restante.