El Cabildo grancanario reconvertirá las becas préstamo, que concede desde hace 33 años la insti-tución, en otras ayudas para apoyar el estudio de los alumnos universitarios si finalmente no encuentra apoyo bancario para su financiación.

La pervivencia o no de la prestación en su concepción y características actuales se conocerá definitivamente a final de este mes o principios de octubre, para cuando el Cabildo cierre la negociación que mantiene con Bankia (antes La Caja, con la que hasta ahora ha tenido suscrito el convenio) y otras dos entidades no reveladas, según ha asegurado María del Carmen Muñoz Marín, consejera de Juventud e Igualdad.

"Seguimos en conversaciones con Bankia y otras dos entidades", dijo la responsable insular. Según la consejera un problema técnico derivado del sistema informático de Bankia es el escollo para mantener el convenio de financiación de las becas con esta entidad, mediante las que se entregan cada curso entre 3.000 y 2.000 euros a los alumnos beneficiarios, dependiendo de si se cursan, respectivamente, los estudios fuera o en Gran Canaria.

"Bankia tiene voluntad, pero el problema es adaptarse a otro sistema informático propio de este grupo bancario, diferente al que había hasta ahora con La Caja, que gestionaba el convenio desde la Obra Social", según la consejera de Juventud e Igualdad.

Con el horizonte de una negociación que comenzó en julio y se cerrará en las próximas semanas, con o sin acuerdo, el Cabildo ha decidido ampliar hasta el próximo 15 de octubre el plazo para solicitar la prórroga de las becas concedidas hasta el curso 2011-2012, la última convocatoria.

Lo que se discute ahora con las tres entidades bancarias es la renovación de un marco legal que regule la concesión de nuevas ayudas. Las firmadas hasta ahora, pues, tienen garantizada la continuidad con la fórmula vigente hasta el pasado curso.

"Estamos en plazo todavía y confiamos en encontrar un acuerdo, aunque es cierto que el tiempo apremia", añadió la consejera.

Por si acaso, el Cabildo ya explora otras opciones. "Valoramos la modalidad de beca préstamo, que se ha consolidado en estas tres últimas décadas", explicó Muñoz Marín, "pero si finalmente no llegamos a un acuerdo con una entidad bancaria la beca se reconvertirá en otra modalidad".

Las otras dos opciones que contempla la institución son la de equiparar la beca préstamo a los otros dos tipos de ayuda al estudio que en la actualidad concede el Cabildo (de movilidad y de posgrado). Es decir, a fondo perdido.

En la misma línea, los técnicos de la Corporación estudian modelos de beca préstamo que se aplican en países europeos por diferentes administraciones.

El objetivo: copiar los criterios y características que puedan ser equivalentes a la gestión y los objetivos que tiene la institución insular respecto de este tipo de prestación al alumnado universitario.

Para 2012, las becas préstamo mantienen un fondo de 25.000 euros, que se reconvertirían también si finalmente esta modali- dad no encuentra el apoyo bancario adecuado.

Los intereses que asume el Cabildo hasta que el alumno beneficiario puede responder de su préstamo los paga en la actualidad a razón de 4.610 euros al trimestre. Para cada uno de los casos, los intereses se pagan durante una cadencia de siete años, lo que significa que la institución tendrá pagos por los que responder al menos hasta 2019, según la consejera insular.

Inversión continuada

La primera convocatoria que se hizo, en el curso académico 1979-1980, atendió favorablemente 267 solicitudes por un importe aprobado de casi 85 millones de las antiguas pesetas, según datos de la institución. Desde entonces, e ininterrumpidamente en los últimos 32 años, el Cabildo no ha faltado a la oferta de estas ayudas, en las que ha concedido más de ocho mil becas por alrededor de 17 millones de euros en total.

Sin embargo, la divisa europea, que se aplica desde 2002, desdibuja un poco el gran esfuerzo total presupuestario.

Hasta la convocatoria de ese año, la cifra global que sumaba esta modalidad de préstamo rondaba los 1.800 millones de las antiguas pesetas.

Las cuantías se mantuvieron los primeros años más o menos estables (con un ligero bajón a 74 millones de las antiguas pesetas en el curso 1983/1984), pero los tres años siguientes marcarían un repunte, superando los cien millones.

En los primeros años de la década de los años 90 del siglo pasado el importe de las becas concedidas bajó de los cincuenta millones. Coincidiendo con aquellos años, también, se rebajó el listón de las concesionarios por debajo del centenar, una cifra que ya no se ha superado. Después se recuperó y continuó hasta finalizar la era de la peseta con más bajas que altas, acabando con 63 millones en el curso 2001 / 2002.