"Hay un número para el 22 del que ya no nos queda nada: el 06660 ya voló, la gente ha entusiasmado con el número del Diablo", apunta Aruma Luna, trabajadora de la administración de loterías número 19 de La provincia de Las Palmas. El punto de venta, situado en el centro comercial Las Arenas, ya vendió un quinto premio del sorteo navideño de 2011 (60.000 euros con el número 03643), y un segundo premio del sorteo extraordinario del niño celebrado el pasado mes de enero (un millón de euros con el número 92225).

El consumidor parece consciente de que la número 19 es una administración con estrella: "Nosotros no hemos notado la crisis, la venta sigue igual, no es como en otros sitios que escuchas que no han vendido casi nada, aquí, como años anteriores", afirma Luna.

Del simbólico número, relacionado con el Apocalipsis, en boca de muchos estas fechas, en el local se han vendido 30 décimos, 300 boletos para el gordo de navidad, casi todos comprados por músicos de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria que, según la administración, "arrasaron con todos".

Los números con la demanda habitual son los abonados, "sobretodo los que tienen el 13 y el 69, que aunque no lo creas enganchan a la gente, son clásicos, no fallan".

Además del guiño a la cifra relacionada con Satanás, no falta el apego del comprador a ciertas fechas como cumpleaños y aniversarios, aunque este año parece que "eligen mucho los números más feos, los que tienen muchos ceros". La justificación habitual a esta tendencia es que "los números feos también salen, eso es lo que te dicen si les preguntas. Tenemos un 72.005, un 18.006. También persiste quien elige el boleto sin un motivo concreto, "nunca falta el que coge el número por la terminal automática y hemos notado la subida de ventas a través de la máquina".

La delegación provincial de loterías y apuestas del Estado reconoce a esta, su número 19, con sendos diplomas por la venta de los dos boletos premiados, uno en navidad, otro en el niño. "Quedan divinos", dice González en referencia a estas credenciales, "la gente se anima al ver que dimos tanto dinero".

Ante el dilema que surge al pensar en la causalidad en el ámbito del azar, Luna aporta su máxima, por la que siempre se guía: "Yo creo que la suerte la tiene la persona, la elección del número es la clave, si ese número sale, lo has elegido tú, es difícil que la suerte salga de nosotros los vendedores".