Las Consejerías de Sanidad y Educación y colectivo Gamá de Gran Canaria han firmado un documento marco que recoge recomendaciones claras para el tratamiento de la transexualidad en el ámbito sanitario y educativo, y los protocolos de actuación para los profesionales y docentes ante los afectados. El convenio fue expuesto ayer durante la celebración del Congreso Nacional de la Sociedad Española de Pediatría en el Auditorio Alfredo Kraus

El acuerdo "indica el derecho de los menores a la identidad con el nombre que se sienta cómodo el niño, como propio, no el legal. A expresarse libremente y verbalmente su identidad, jugar con los juguetes que quiera y elija, ir al baño que le corresponde no por sexo biológico, sino sicológico" explica María José Hinojosa, psicóloga y gerente de programas y servicios de Gamá.

La profesional señala que "son muchos los jóvenes y adolescentes que acuden al colectivo para hablar sobre su condición". Muchos de los cuales se encuentran con un entorno hostil e inseguro para ellos. Por lo que el convenio alcanzado y que ya ha puesto en marcha la Dirección General de Ordenación, Innovación y Promoción Educativa, les ayuda a canalizar sus angustias y saber a quién acudir o hablar.

Un acuerdo que fue firmado el pasado septiembre y que ya ha sido trasladado a los centros educativos y a los profesionales del sector. Aún hay muchos que "consideran que la transexualidad es una enfermedad mental" mito con el que se quiere acabar de una vez desde el colectivo Gamá 3.

"No hay que patologizar ninguna de estas identidades, porque si una persona nace con un sexo biológico con el que no se identifica psicológicamente, no es un trastorno mental, o no debería considerarse como tal. Hay que empezar a integrar a los niños a partir de los siete años, que es cuando los menores ya saben el género con el que se identifican", apostilla.