La toma de datos cardiológicos y respiratorios podrá ser a corto plazo más simple, en cualquier lugar, y compartida vía dispositivo móvil.

La Facultad de Veterinaria de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) está ensayando un prototipo de fonendoscopio electrónico inalámbrico para recoger los sonidos cardíacos y pulmonares que tendrá uso humano, además de veterinario, un proyecto de ingeniería biomédica financiado por el propietario de la cadena de supermercados Mercadona, Juan Roig.

El eKuore, como se llama el dispositivo, está siendo probado en perros, gatos y caballos por el catedrático de Medicina Animal de la ULPGC, Jose Alberto Montoya, especialista en cardiología y con investigaciones punteras en algunas enfermedades, como la del gusano del corazón.

"Llevamos ensayando el dispositivo desde el mes de octubre. La última actualización del prototipo es ya una herramienta muy útil para el veterinario e, incluso, para el dueño del animal si lo quiere para uso doméstico", explica Montoya.

La alternativa electrónica al fonendoscopio actual ofrece más ventajas. "Las principales son, en mi opinión, la inmediatez y la posibilidad de compatir los datos de lectura del corazón: de especialista a especialista, en cualquier parte del mundo; y entre el dueño de la mascota y su veterinario, para realizar cualquier consulta o seguimiento al estado de salud del animal utilizando las tecnologías de la comunicación", señala el catedrático de la Universidad grancanaria.

Ideado por un grupo de ingenieros de la Universidad de Málaga, el eKuore, que se presenta como el primer fonendoscopio electrónico inalámbrico del mercado, es uno de los quince proyectos seleccionados (y dotado con 200.000 euros) en la convocatoria del pasado año de Lanzadera, la plataforma emprendedora de iniciativas tecnológicas impulsada por el presidente del grupo de Mercadona.

Además de la Universidad grancanaria, el dispositivo se está testando en universidades y clínicas veterinarias de la comunidad valenciana.

"Al principio el fonendoscopio era más pequeñito, una carcasa que se ha ido modificando conforme se realizaban las pruebas y se proponían mejoras", según José Alberto Montoya. Las aportaciones de los veterinarios han ido completando las funcionalidades del auscultador electrónico.

En este sentido, captar los sonidos del corazón ha requerido, en este caso, ir depurando la capacidad del eKuore hasta conseguir un registro de calidad que proporcione eficiencia a la captura de los latidos cardíacos. "En algunos animales, como los perros, este procedimiento se dificulta más que en un humano por el pelo", explica el catedrático de la ULPGC.

Esa calidad es imprescindible para que el veterinario tenga la información adecuada y pueda realizar el diagnóstico con exactitud. A esa calidad se añade que los ruidos de corazón y pulmón pueden ser escuchados en teléfonos móviles o tabletas, además grabarlos, almacenarlos en el número de archivos que se quiera y, una de sus funcionalidades más interesante, compartirlos utilizando las diferentes aplicaciones y canales disponibles para cualquier fichero de audio: whatsapp, dropbox o el propio correo electrónico.

Inalámbrico y ergonómico, con una forma de ocho que se adapta a la mano del usuario y se ha diseñado gracias al testeo de los veterinarios en los últimos meses, eKuore es de sencilla aplicación.

El dispositivo se acompaña de un pequeño receptor que transmite el audio vía bluetooth , que se conecta tanto a móviles como a tabletas. Ya en el dispositivo, y mediante la app del mismo nombre (eKuore), los sonidos pueden grabarse, almacenarse y compartirse. "Es un herramienta interesante para avanzar más en la telemedicina", apunta Jose Alberto Montoya.

El que la captación de los sonidos sea electrónica "mejora muchísimo la calidad", según Guillermo López, fundador de la empresa (Kukupia) que ha ideado este dispositivo.