La mayoría de los pacientes que ha acudido estas últimas semanas a Urgencias del Hospital Doctor Negrín sufría algún problema respiratorio, digestivo o cardiológico. Unas patologías que han experimentado un notable ascenso en julio, mes en el que se ha colapsado el servicio debido al cierre de plantas, según denuncian los sindicatos. La apertura de una planta del centro hospitalario el martes pasado ha aliviado en parte la saturación de esta unidad en la que los pacientes han llegado a esperar hasta cuatro días en los pasillos para ser ingresados.

El colapso que ha sufrido este servicio durante el mes de julio se debe principalmente a la decisión de la gerencia de cerrar plantas durante los meses de verano, justificada en una bajada asistencial en esta época. Al haber menos camas en las especialidades correspondientes, los pacientes deben aguardar más tiempo para ser hospitalizados.

Carmen Nuez, presidenta del Sindicato de Médicos de Las Palmas, asegura que la plantilla del Negrín está "tan ajustada" que cualquier imprevisto provoca un abarrotamiento. "El personal tiene derecho a descansar en verano, sobre todo ahora que viven en un estrés continúo por la falta de recursos, pero debe existir una mayor previsión. No se pueden cerrar plantas porque sí", añade.

Nuez explica que con un escaso personal y con plantas cerradas es imposible atender correctamente a la población. "Si la realidad se modifica lo más mínimo, se colapsa el servicio", señala la presidenta del Sindicato de Médicos, que recuerda que un paciente no debe esperar más de 12 horas en Urgencias desde que el especialista decide que debe ser hospitalizado.

El caso de los procesos respiratorios, como la reagudización de las patologías crónicas, EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) o asma, son frecuentes en esta época del año debido a los cambios de temperatura, la humedad y la calima. En cambio, los procesos digestivos, como, por ejemplo, úlceras o dolores abdominales, y los procesos cardiológicos, especialmente en gente joven, no atienden a ningún patrón.

A estos pacientes hay que sumarles todos los que llegan a Urgencias por otros problemas, cuya lista es larga: fracturas, ataques de ansiedad, hernias, apendicitis... Dependiendo de la gravedad y no del orden de llegada, los usuarios van siendo trasladados a los boxes y a las diferentes unidades, pero cuando estos espacios se llenan, no hay más remedio que instalarlos a un lado y al otro de los pasillos del servicio.

Hasta 20 pasillos se han visto desbordados de camillas a comienzos de esta última semana, lo que motivó el pasado martes la apertura de una planta que permanece cerrada durante todo el año y que se habilita en estas situaciones de abarrotamiento. Aunque normalmente se abre en invierno, debido a las patologías típicas de la estación, como la gripe.

Las plantas que se han inhabilitado durante julio, agosto y septiembre en el centro público son las correspondientes a Neurología y Cirugía Vascular, así como todas las camas de la Unidad Hospitalaria de Desintoxicación.

Según el Sindicato de Enfermería Satse, el Hospital Dr. Negrín dispone de un centenar de camas menos en el período estival. Un cálculo que hace el propio sindicato al negarse la Consejería de Sanidad, que dirige Brígida Mendoza, a aportar datos oficiales.