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El reloj biológico, congelado a la carta

La técnica surgió para que las mujeres con cáncer pudieran ser madres tras finalizar su tratamiento

El reloj biológico, congelado a la carta

Las mujeres son madres cada vez más tarde. El trabajo o la pareja son los principales motivos para postergar la maternidad. El problema es que la fertilidad no entiende de amores o de responsabilidades laborales y con el paso del tiempo los óvulos van envejeciendo. Este deterioro conlleva que sea más difícil conseguir un embarazo y que si éste se produce, haya menos posibilidades de que nazca un niño sano.

En muchas ocasiones cuando la mujer se encuentra preparada para tener un hijo, sobrepasa la cuarentena, por lo que su gestación conlleva numerosos riesgos. Por eso la opción de la vitrificación va adquiriendo cada día más fuerza. Esta técnica permite congelar los óvulos para luego utilizarlos en el momento que la mujer considere oportuno. La congelación permite posponer la capacidad reproductiva el tiempo que desee con las mismas posibilidades que en el momento en que se vitrifican, sin que exista una disminución significativa en la capacidad para concebir.

Esta técnica de reproducción surgió hace unos años para ofrecer a las enfermas de cáncer la oportunidad de ser madres tras finalizar su tratamiento de quimioterapia o radioterapia. En cambio, en España ya son más numerosas las que lo solicitan por cuestiones sociales. Actualmente el perfil de la solicitante de este método es el de una mujer de 37 o 38 años, universitaria, con trabajo y sin pareja estable, que decide aplazar el momento de ser madre por cuestiones sociales.

Normalmente las mujeres que vitrifican sus óvulos a edades tempranas (en la veintena) lo hacen por motivos médicos, aunque los especialistas recomiendan que también por motivos sociales se sometan lo más pronto posible, preferiblemente antes de los 35 años, ya que mientras más jóvenes sean los óvulos aumentan las posibilidades de embarazo y de que nazca un niño sano.

Javier Domingo, director de la clínica IVI Las Palmas, aconseja que se haga a una edad temprana. "Médicamente a los 38 años ya es un poco tarde para la vitrificación", explica Domingo que añade que normalmente se tardan unos dos años en utilizar los óvulos congelados.

La decisión de Apple y Facebook de incluir en sus seguros la financiación de este tratamiento a sus empleadas para, según las propias compañías, atraer y mantener el talento ha puesto en el punto de mira a esta técnica. A raíz del anuncio de las multinacionales surgieron las críticas apuntando que lo que realmente pretenden estas empresas es sobreponer sus propios intereses a los de sus trabajadoras.

Lo que es indudable es que este anuncio ha animado a las canarias a interesarse por esta técnica, según reconoce el director de IVI Las Palmas. "No ha aumentado de manera sorprendente, pero sí vemos que a raíz de la decisión de estas compañías hay más mujeres que preguntan por este tema", puntualiza Domingo.

El precio de la congelación de los óvulos oscila en España entre los 2.500 y los 3.000 euros. Algunas clínicas, como IVI, incluyen cinco años de conservación, otras, en cambio, cobran independientemente por año de "alquiler". Por regla general los óvulos se pueden guardar todo el tiempo que se quiera, aunque la Sociedad Española de Fertilidad desaconseja la fecundación a partir de los 50 años y los especialistas insisten en que a partir de los 40 los riesgos se multiplican.

En la clínica IVI Las Palmas desde 2011 cerca de 70 mujeres han vitrificado sus óvulos por motivos sociales, de los que gracias a este técnica han nacido tres bebés. Por cuestiones médicas, como cáncer, son cuatro los recién nacidos que ha conseguido esta clínica, a lo que hay que sumar los dos embarazos que están en marcha.

La técnica es sencilla y apenas dolorosa para la paciente. En primer lugar, tras la ovulación, se obtienen los óvulos a través de un proceso de estimulación ovárica seguido de una punción o recuperación de los ovocitos. Una vez obtenidos, la congelación se realiza por técnicas de vitrificación que es una solidificación celular a bajas temperaturas y en poco tiempo sin que haya formación de hielo.

La dotación de ovocitos con la que nace una mujer va desapareciendo progresivamente. Se calcula que en cada ciclo menstrual se pierden unos 1.000, por lo que a los 35 años queda sólo el 10% aproximadamente.

Además de la reducción del número, también merman su calidad. Por regla general una mujer a los 40 años ha agotado la reserva de óvulos aptos porque la edad conlleva alteraciones en el proceso de formación lo que producen fallos reproductivos o cromosomas extra. Si esto sucede con el 21, dará lugar a un Síndrome de Down.

Alí Mashlab, director médico de ICI, hace hincapié en que la vitrificación no es recomendable a cualquier edad. "La mujer puede retrasar cada vez la maternidad con el inconveniente de que sus ovarios envejezcan y su pronóstico sea peor. Si se decide a vitrificar, debe hacerlo a una edad donde sus ovarios tengan óvulos de la calidad", explica el especialista que recalca la edad buena es por debajo de los 35 años. "Se puede hacer a los 39 años, claro, pero lógicamente, el pronóstico no sería el mismo", aclara.

A los 39 años los óvulos de la mujer no sólo no tienen una buena calidad, sino que la estimulación ovárica, a la que hay que someter a la paciente, no es tan satisfactoria. Hay que tener en cuenta que para que existan posibilidades de embarazo una vez descongelados, es necesario vitrificar al menos ocho óvulos maduros de calidad.

"Esta técnica es adecuada para cualquier mujer que no tenga perspectiva de tener hijos, antes de los 39 años y siempre que exista una buena reserva ovárica", recomienda Mashlab que reconoce que en ICI todavía hay poca demanda de la técnica de vitrificación por motivos sociales al tratarse de algo reciente. En total, por motivos médicos principalmente, en su clínica son 150 las mujeres que han solicitado esta opción, siendo 10 los bebés que han nacido gracias a este método en el que trabajan hace dos años.

Según diferentes estudios, si se vitrifican más de ocho óvulos teniendo la paciente menos de 39 años de edad, el porcentaje de recién nacido vivo llega a un 62 por ciento. En general, la supervivencia de estos ovocitos tras la vitrificación es de más de un 95 por ciento independiente del fin para el que se usa.

Para los especialistas la vitrificación significa un gran avance en reproducción asistida. Aunque es una técnica que empezó en el año 2007, hoy en día está consolidada y da buenos resultados.

Una opción que probablemente irá tomando más fuerza si continúa la tendencia de retrasar la maternidad. No en vano, a principios de los años 80 la edad media de la maternidad en España se situaba en los 28 años, y actualmente llega a los 32, lo que da cuenta de la utilidad de esta técnica.

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