"Sólo mejorando un poco la alimentación, no mucho, se consigue elevar un 30% la protección frente a las enfermedades cardiovasculares". Esta es una de las principales conclusiones dadas a conocer sobre el informe Predimed por Ramón Estruch, consultor senior del Servicio de Medicina Interna del Hospital Clinic de Barcelona.
Estruch cerró ayer el Congreso de la Sociedad Canaria de Cardiología que preside Antonio Barragán, con la conferencia Beneficios clínicos en la prevención cardiovascular sin fármacos, donde ahondó en la importancia de la alimentación en la reducción del consumo de fármacos.
"Los pacientes tienen la impresión de que los fármacos lo pueden arreglar todo, y si algo hemos aprendido en los últimos años es que primero hay que mejorar nuestro hábitos alimentarios, hay que hacer más ejercicio, y cuando esto no resulta, porque a veces pasa, hay que recurrir a los fármacos. Con dieta mediterránea y ejercicio evitaremos muchos fármacos, reduciremos el coste económico sanitario y muchos efectos secundarios de la mayoría de los medicamentos".
El doctor Estruch, ha sido el coordinador del informe Predimed, el estudio de mayor envergadura realizado sobre nutrición en España, donde se valoraron los efectos de la dieta mediterránea en la prevención primaria de la enfermedades crónicas. En el mismo se comprobó que dentro de la dieta mediterránea, las bebidas fermentadas, tanto el vino como la cerveza, juegan un papel importante en la protección cardiovascular. "Podrían representar casi un 25% de este efecto protector".
Sin embargo apuntó que la clave está en la interacción de los alimentos de la dieta mediterránea, no en el consumo aislado. "Es importante tomar fruta, verduras, aceite de oliva, pescado y, de forma moderada, una o dos copas de vino o cañas de cerveza al día, siempre acompañado con la comida. Lo importante está en la interacción de todos los nutrientes, si tomamos cualquiera de forma aislado no tiene el mismo efecto que dentro de la comida".
Estruch indicó que en Europa se conoce desde hace tiempo los efectos de la alimentación saludable pero no lo practican. "Ahora que EEUU ha visto la importancia de la dieta mediterránea es cuando todo el mundo ha vuelto a destapar el tarro de las esencias diciendo lo buena que es la dieta mediterránea. El problema es que en España nos pensamos que comemos bien, pero es algo que estamos perdiendo, y sin embargo en EEUU la gente tiene conciencia de que come mal y por eso le dan mucha más importancia a los temas de alimentación y nutrición", subrayó el experto.
