El elevado índice de abandono escolar temprano es una de las principales batallas de las administraciones educativas en el Archipiélago, que históricamente ha liderado la clasificación estatal en número de personas de entre 18 y 24 años que no han concluido su formación obligatoria.
En concreto, según un informe del Ministerio de Educación denominado Sistema Estatal de Indicadores de la Educación 2015, la tasa se coloca en el Archipiélago en el 23,8% de los jóvenes de esa franja de edad, lo que relega a Canarias al puesto quinto, por detrás de Baleares, Andalucía, Murcia y el conjunto de las dos ciudades autónomas, Ceuta y Melilla. El documento, que alude a cifras del pasado 2014, desgrana el abandono temprano por género, en lo que los hombres salen perdiendo. Así, un 26,4% de los jóvenes varones de entre 18 y 24 años carecen de estudios, frente al 21,1% de las mujeres.
Estas cantidades se completan con al tasa de la población de entre 30 y 34 años con nivel de educación superior, es decir, titulados universitarios o de ciclos de Formación Profesional de grado superior. En Canarias, este porcentaje apenas alcanza el 34,8%, lo que coloca al Archipiélago como la cuarta comunidad autónoma con peores cifras, por delante de Murcia, Andalucía y Castilla La Mancha. Por géneros, hay más proporción de mujeres de esa franja de edad con titulación superior que hombres, 39,7% frente a 29,8%.
El informe también revela, en cuanto a la titulación de la población isleña, que solo la mitad de los estudiantes se gradúa en Bachiller, mientras que otro 21% lo hace en titulaciones técnicas o de Formación Profesional de grado medio. Al igual que ocurre con las etapas universitarias y con el propio abandono educativo temprano, las mujeres sacan ventaja: 59,2% de tituladas en Bachiller y 21,7% en FP.
Entre los indicadores elegidos por el Ministerio destaca además la tasa de repetidores en las etapas obligatorias, que en Canarias sufre un salto importante al pasar de Primaria a Secundaria. Así, mientras que en la primera no pasa del 5,5% de los niños, en el primer curso de ESO asciende a 15,8%. Eso sí, esta proporción se va reduciendo a medida que avanza la etapa, hasta que en el cuarto y último curso de Secundaria repiten alrededor de 7,4% de los estudiantes.
