La muerte de la agente literaria Carmen Balcells ha dejado huérfano al mundo de las letras, un sector en el que ella, la Mama Grande, representaba a más de 300 escritores de habla hispana y portuguesa. Balcells murió ayer "repentinamente" a los 85 años en su domicilio de Barcelona y recibirá sepultura en la intimidad, según informaron fuentes de su familia. Sus amigos, escritores, políticos y compañeros de la profesión han mostrado su tristeza ante la pérdida de la agente literaria.

Así lo ponía de manifiesto el editor de Anagrama, Jorge Herralde, que conocía a Carmen Balcells desde hacía casi cincuenta años: "La noticia ha sido muy inesperada. Hasta el último momento ha estado en pie de guerra y nunca mejor dicho, con las múltiples conversaciones sobre las asociaciones o ventas de su agencia literaria".

Figura clave del conocido como "boom latinoamericano", ha sido Mario Vargas Llosa, uno de sus clientes latinos más aclamados, el que no tardó en reaccionar ante la noticia en las páginas de El País, del que es colaborador, y donde expresó que Carmen Balcells fue "mucho más" que una agente o representante de los autores que tuvieron "el privilegio" de estar con ella.

Tanto es así que, para el escritor Eduardo Mendoza, la agente literaria había construido "algo equivalente al Imperio Romano". En una carta pública, Mendoza dice que "sin otro material que la inteligencia, la energía y la entrega (Balcells) construyó algo equivalente al Imperio Romano y lo mantuvo día a día y piedra a piedra".

Palabras con las que ha coincidido Olga Lucas, la viuda del escritor José Luis Sampedro, al que Balcells también tenía en su cuenta de clientes. "José Luis dijo una vez en una entrevista que la guerra había frustrado su carrera de músico y al día siguiente recibimos en casa un piano y una rosa roja de parte de Carmen", ha recordado Lucas.

El escritor Javier Cercas, por su parte, reconoció que Balcells ha cambiado "la industria editorial, la literatura"; y la periodista y escritora Rosa Regàs, que estuvo representada por la Agencia Balcells hasta 2012, ha contado que la que fuera su agente literaria ha sido la persona que "rescató los derechos de autor".

En referencia a su carácter, la directora general de Penguin Random House, Núria Cabutí, quien en los últimos años tuvo una relación directa con Balcells, ha afirmado a Efe que se trataba de una mujer "con un carácter fuerte", pero también era una "gran negociadora, valiente, osada y muy humana". "Quisiera destacar esta vertiente, porque era única e irrepetible", y subrayó también la importante aportación de la agente literaria con los autores y con el mundo de la edición en lengua española. Para el presidente del Grupo Planeta, José Creuheras, con la muerte de la agente literaria también desaparece "una de las personas que más ha contribuido a dinamizar el mundo editorial". El ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, manifestó que "ha desaparecido una figura esencial para la literatura contemporánea en español".

El conseller de Cultura de la Generalitat, Ferrán Mascarell, la ha recordado como "una persona decisiva" con una personalidad "fascinante, cautivadora, enormemente inteligente, casi inabarcable".

La muerte de Carmen Balcells deja en el aire el futuro de su agencia después de que no haya prosperado la alianza con Andrew Wylie, que hace unas semanas anunció la creación de The Wylie Agency España, y de que abandonara la agencia literaria barcelonesa el que estaba llamado a ser su sucesor, Guillem d'Efak-Ferré.